Comunidades Autónomas

Castilla y León renuncia a subir impuestos en 2021 pese a que disparará el gasto

  • Prevé un alza del PIB el próximo año del 7,5% tras caer un 10% en este ejercicio pero no recuperará ni la mitad del empleo perdido
Carlos Fern?ndez Carriedo, consejero de Economía y Hacienda

Rafael Daniel
Valladolid,

La plena recuperación de la crisis económica provocada por la Covid tardará más tiempo de lo previsto en ser una realidad. La elaboración de las cuentas para el próximo año de autonomías como Castilla y León empiezan a tenerlo en cuenta ya que disparará el gasto para resteñar las heridas dejadas por el coronavirus, pero será a costa de mayor endeudamiento y no de un incremento de la presión fiscal.

El Consejo de Gobierno aprobó esta semana un techo de gasto para el año que viene de 10.980 millones de euros. Es el mayor de la historia, con un incremento del 14,6% respecto al de 2018, el último año con presupuesto.

Un aumento del gasto que se centrará en garantizar el mantenimiento de los grandes servicios públicos, y en reforzar la protección social para los colectivos más vulnerables, a la vez que tratará de estimular el crecimiento económico con políticas e incentivos que favorezcan tanto la recuperación de los sectores productivos más afectados por la crisis sanitaria, como la consolidación y la generación de nuevo empleo. El Congreso avala suspender los límites de déficit

Los datos macroeconómicos avanzados por el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, tras la aprobación del límite de gasto no financiero, base para la elaboración de los presupuestos, prevén que la economía regional crezca en 2021 un 7,5% por ciento, insuficiente para amortiguar el desplome del PIB de este ejercicio.

La mayor caída de la historia

El Ejecutivo regional estima cerrar este año con un descenso del PIB del 10,1%, el mayor nivel de caída de la historia reciente y "el de mayor impacto de una recesión sufrido nunca ya que se pierde uno de cada 10 euros de producción", señaló Carriedo. El avance de la economía regional del 7,5% no compensará por tanto la estrepitosa caída de este año, por lo que no habrá tasas de crecimiento del PIB a niveles comparables a 2019 hasta 2022.

La tasa de paro en 2020 se situará en el 14% con una caída del empleo equivalente a tiempo completo del 6% "una cifra tremenda".

En 2021 las cosas no mejorarán sustancialmente, ya que el empleo solamente crecerá un 2,8% "ni siquiera la mitad de lo perdido", añadió Carriedo. La tasa de paro apenas retrocederá una décima.

En este escenario, la Junta prevé una reducción de los ingresos tanto de los provenientes del sistema de financiación como de los tributos propios. En el primer caso, llegarán 6.759 millones de euros, 170 menos que lo recibido en 2020, mientras que en el segundo caerán un 7% respecto a lo recuadudado en 2018. Los fondos europeos crecerán un 0,8% sin incluir los Next Generation y las transferencias se elevarán un 15,7% hasta alcanzar los 734 millones.

"En ningun caso la estrategia para compensar será subir impuestos", aseguró Fernández Carriedo. La Junta recurrirá así a los 634 millones de euros que permite la relajación del déficit hasta el 1,1% del PIB. La deuda escalará hasta el 23,7%.