Cine

Almodóvar: 'Los abrazos rotos' es una declaración de mi amor al cine



    Los abrazos rotos, la última película de Pedro Almodóvar, es una declaración del amor que el director manchego hace al cine, según ha explicado él mismo en la rueda de prensa de presentación del filme y la primera comparecencia en España de su protagonista, Penélope Cruz, tras conseguir el Oscar.

    "Acabo de llegar esta noche y por supuesto que el Oscar se ha venido conmigo a España y aquí se quedará", ha confesado Penélope, que estaba acompañada por el resto del reparto: Blanca Portillo, José Luis Gómez, Lluis Homar y Rubén Ochandiano y Tamar Novas.

    Almodóvar y Penélope, junto al resto del equipo de la película, que se estrenará el próximo miércoles, han coincidido, ante los más de 300 periodistas acreditados, en que su primer deseo con este filme es que llegue al público, "lo entiendan y les emocione".

    La estatuilla de 'Pe' se quedará en casa, en España

    Penélope Cruz lo tiene claro: el Óscar que le dieron por Vicky Cristina Barcelona, del que no se ha separado desde el 22 de febrero, se queda desde este viernes en España, "en casa", donde vive Pedro Almodóvar.

    "Acabo de llegar esta noche y por supuesto que el Óscar se ha venido conmigo a España y aquí se quedará", ha sido su primera respuesta sobre el "futuro" de la estatuilla y en la segunda ocasión ha desvelado que después de no separarse en ningún momento de ella y de haberle dado un "buen tute", tanto que "hasta se ha rayado", acompañándola en todos sus viajes, ha decidido que se quede "en casa".

    A la pregunta de si le hubiera gustado que "una cara amiga", en alusión a Javier Bardem, le hubiera entregado el Óscar, Penélope ha sido tajante: "conteste como conteste, será un enredo y por eso no voy a contestar".

    El 'feeling' entre Penélope y Almodóvar

    Almodóvar le pregunta si la gente quiere ir a su casa a ver y tocar el premio. "A mí -cuenta el director- cuando el primer Óscar, la gente venía y lo besaba, como si fuera un ser vivo. Yo tenía la sensación de haber tenido un niño".

    La actriz es "muy consciente" de la "suerte" y "privilegio" de que Almodóvar haya confiado en ella. "He estado obsesionada desde que era una niña con su cine. Ahora más, porque es amigo y una persona muy importante en mi vida", tanto que ha asegurado que si le dijeran que sólo puede trabajar con un director "el resto de su vida" él sería el elegido.

    Ha coincidido con Almodóvar en que lo que espera de la película es que "emocione a la gente, que la entiendan, que les llegue" y reconoce que la parte que le ha dado "mayor felicidad" han sido los cuatro meses de ensayos: "ahora, esperar que a la gente pueda tocarle el corazón".