Cataluña
Los profesionales catalanes se unen contra las estafas
- Los ancianos son los más vulnerables ante los falsos revisores del gas
- La divulgación es la clave para la prevención de estafas
- Las reclamaciones y denuncias contra centros dentales van al alza
Estela López
Los instaladores catalanes potencian la divulgación contra los falsos revisores del gas, y odontólogos y pacientes crean un sello de calidad para contribuir a evitar malas praxis en las clínicas dentales.
Las estafas no solo perjudican a quienes las sufren, sino a las profesiones en las que se introduce la picaresca. Por ello, diversos grupos de profesionales catalanes han impulsado iniciativas para combatir las malas praxis en su sector y poner en alerta a los consumidores para que no caigan en manos equivocadas. Dos casuísticas han tenido gran repercusión en los últimos tiempos: los falsos inspectores del gas y las reclamaciones a clínicas dentales.
Según los datos de la Agencia Catalana de Consumo (ACC) de la Generalitat, los casos de falsos revisores del gas están en descenso tras el auge vivido entre 2013 y 2015, y lo atribuyen a las multas aplicadas a empresas estafadoras y al aumento de la divulgación preventiva impulsada entonces por parte de los instaladores acreditados y la administración catalana -tanto la ACC como los Mossos d'Esquadra-.
Por contra, las reclamaciones relacionadas con clínicas dentales se han disparado en los últimos tiempos, con el caso extremo más reciente del cierre de la cadena iDental. Pero también se han multiplicado las denuncias por una atención deficitaria en otros centros, explicó a elEconomista la directora de la ACC, Montserrat Ribera.
En el caso de los falsos inspectores del gas, que muchas veces no solo estafan con una revisión ilegal sino que aprovechan para robar en las viviendas -en la mayoría de casos mediante el hurto tras despistar al propietario con comprobaciones de la instalación del gas innecesarias-, el colectivo más afectado son los ancianos, ya que suelen ser personas "confiadas, fáciles de convencer, acogedoras y especialmente vulnerables" por su estado físico y mental, explica el inspector Albert Oliva, portavoz de los Mossos d'Esquadra. Y es que los estafadores les llegan a amedrentar con que si no les dejan hacer la inspección les cortarán el gas.
La revisión del gas es obligatoria cada cinco años, y la puede realizar cualquier instalador acreditado desde finales de 2015, cuando se liberalizó el sector, pero la clave para detectar una estafa es que se presenten sin avisar, ya que las empresas distribuidoras del gas avisan por carta con varios meses de antelación, dando la opción a realizar la inspección con sus profesionales o con los que el consumidor desee.
Sin embargo, la picaresca no tiene límites, y algunos estafadores incluso llamaban por teléfono con antelación haciéndose pasar por un departamento de la Generalitat, según detectaron los Mossos, que señalan como mejor defensa no abrir la puerta a desconocidos. Otro gran indicador para detectar a un falso inspector, aunque llega al final de la visita, es que reclame el pago en efectivo, ya que, en cualquier caso, el cobro de la revisión se realiza siempre a través de la factura.
En el caso de las viviendas con gas butano, en vez de canalizado, también es obligatoria la revisión cada cinco años, y es el propietario el que debe contactar con un instalador autorizado. Además, los tubos flexibles y los reguladores de anclaje de las bombonas, así como las estufas móviles, quedan exentos de la revisión obligatoria; es el dueño el que debe encargarse de cambiar los tubos cuando superan la fecha de caducidad que llevan inscrita, o el regulador si no va bien.
Todo ello es lo que explican desde la ACC, los Mossos y los instaladores a través de charlas y materiales divulgativos especialmente dirigidos a ancianos y familias. También las distribuidoras ofrecen la información en sus páginas web.
Captación de contratos poco ética
Si bien la revisión periódica de las instalaciones de gas canalizado o butano está marcada por la normativa, no es obligatorio para los ciudadanos tener un contrato de mantenimiento, pero algunas empresas hacen creer lo contrario para captar negocio.
Además, la liberación hace unos años de la comercialización de gas y electricidad también ha comportado el auge de reclamaciones de consumidores después de que les hayan cambiado el contrato de compañía energética mediante subterfugios o técnicas comerciales muy agresivas con las que más tarde se sienten engañados. Entre 2013 y 2018, la ACC ha recibido 379 reclamaciones y denuncias por estos casos, que han derivado en sanciones por casi 270.000 euros.
El caso de las estafas en clínicas dentales ha ganado repercusión por irregularidades en cadenas de franquicias, aunque también se producen abusos en centros individuales.
Ello llevó a un grupo de odontólogos a aliarse con pacientes para crear en Barcelona un sello de calidad con el que identificar a los centros que trabajan con profesionalidad: Compromiso y Seguridad Dental. Ya hay 24 clínicas adheridas en Catalunya y una setentena en España, y el objetivo es llegar al centenar en todo el país para el verano, según la presidenta de este certificado, Alba Castañé. Más información en la revista Catalunya