Puigdemont cede y pide cita a Rajoy para reunirse de forma oficial

Cuando Carles Puigdemont dejó la alcaldía de Girona rumbo al Palau de la Generalitat, dejó una frase para la memoria: "Rajoy es cosa del pasado, y es un presidente en funciones, no me interesa lo que diga un proyecto que se acaba". Estas declaraciones mostraron que, por parte de la Generalitat, no había nada que hablar con La Moncloa.

Sin embargo, el diálogo entre políticos es más sencillo de lo que parece. Tan fácil que incluso un locutor de radio, haciéndose pasar por Puigdemont, logró hablar con el mismísimo presidente del Gobierno, dejando claro que para Rajoy no era un problema celebrar un encuentro.

Ahora, el president Puigdemont ha cedido y ha levantado el teléfono para organizar una reunión. Así lo confirmó ayer la portavoz de la Generalitat, Neus Munté, que afirmó que ?hay contactos, pero la entrevista "no está cerrada". Para escudarse de que el diálogo nunca ha estado cerrado en Cataluña, Munté recordó las visita de Albert Rivera este viernes o las de Pablo Iglesias y Pedro Sánchez.

También reprochó a Rajoy haber visitado Cataluña en diversos actos de partido (como el pasado sábado) y no haber tenido "el más mínimo signo de cortesía". Munté asegura que Rajoy tampoco felicitó a Puigdemont cuando éste fue investido.

Pulso entre oficinas

Pero como en todos los mínimos acercamientos entre la oficina de la Presidència y la del Gobierno central, siempre hay desencuentros. Aunque Munté aseguró que la iniciativa de celebrar el encuentro fue del Govern, fuentes de la Generalitat aseguraron que esto se produjo porque un miembro del PP lo propuso. Y desde el PP atribuyen a JxSí la idea de hacer el encuentro. Un debate estéril, que refleja la dificultad de comunicarse cuando uno no quiere.