Cataluña

Wonderbox quiere 'abrir' un millón de cofres de experiencias en España

  • Tienen una cuota de mercado del 32% en España con una facturación de 19 millones

Iván Gutiérrez (Barcelona)

La empresa está asentada en Barcelona desde 2009 y vende en España más de 800.000 cofres de experiencias. Factura 19 millones y crece un 30% anual. Ahora el objetivo es llegar al millón de cofres

Desde hace unos años, las estanterías de los grandes centros comerciales se han ido vaciando de cajas de DVD y CD's de música a causa de los estragos que ha dejado el auge de la piratería. Mientras los productos audiovisuales han ido quedando relegados a un rincón, otras cajas de tamaño similar han ido sustituyendo su ausencia.

Estas cajas no contienen nada más que un pequeño manual, pero en vez de llevar grandes aventuras a la pequeña pantalla, permite a sus usuarios vivirlas in situ.

Entre la marabunta de opciones destaca Wonderbox, una empresa francesa que nació hace poco más de una década de un sueño y que se ha asentado en Barcelona. Sus creadores son Bertile Burel y James Blouzard, un matrimonio recién casado que cuando iniciaron este proyecto, lo dejaron todo para ir a dar la vuelta al mundo. Al regresar, coincidiendo justo con la campaña de navidad, vieron que todos los regalos que miraban para sus familiares les parecían demasiado superficiales. Ellos querían regalarles experiencias como las que habían vivido en su viaje. De ahí surgió la idea de hacer unas cajas que estuvieran llenas de vivencias y planes diferentes, creando una tipología de obsequio diferente.

Del garaje a los centros comerciales

La historia de Wonderbox es de manual para los emprendedores. La pareja estaba en paro tras haber dejado sus respectivos trabajos, Bertile en la televisión, y James en Lastminute. Ambos se pusieron manos a la obra y empezaron a trabajar con una idea fija.

Bertile Bourel asegura que en los inicios, su problema era sobre todo la incertidumbre, "fue muy especial, porque yo venía de crear juegos de televisión para el teletexto, y estaba acostumbrada a tener un puesto fijo. Yo no conocía el mercado de viajes, sólo James que sí estaba convencido de levantar una empresa tras su experiencia en Lastminute".

El inicio fue duro, Bertile subraya que cuando empezaron, los hoteleros y los prestatarios de actividades de ocio "les miraban como si estuvieran locos". No acababan de entender qué era eso de hacer cajas con experiencias dentro, y no confiaban mucho. "Al principio guardábamos todas las cajas en nuestro garaje, no podíamos ni dejar el coche dentro de nuestro propio parking", recuerda Bertile.

De hecho, las primeras cajas las empezaron a vender en los negocios cercanos a su domicilio. Pero la eclosión llegó cuando establecieron sus primeros contratos con grandes centros comerciales como Fnac o el Corte Inglés, el verdadero punto de inflexión para la compañía.

El modelo de negocio es simple. Wonderbox tiene más de 40 cajas -o cofres- que ofrecen desde fines de semana hasta sesiones relajantes o experiencias trepidantes a bordo de un Ferrari. Fijan su precio según el coste de la actividad, si incluye pernoctaciones en algún hotel o se limita a un plan concreto. El usuario puede elegir el servicio que quiere con el manual que hay dentro de la caja, que despliega todas las actividades disponibles y los lugares en los que se ofrece. Para incluirlos a las diferentes empresas, Wonderbox firma un contrato con los prestatarios de servicios y pactan un precio con un contrato bianual. La empresa, ya sea un hotel, restaurante o centro termal, sólo cobrará cuando el usuario acceda a ir a su negocio. En ese momento, el usuario da un cheque que ya incluye el cofre, con el que la empresa acreditará a Wonderbox el pago que se le debe ingresar en un plazo de 14 días. Un punto que Bertile pone como vital, "es importante que nuestros más de 2.000 colaboradores cobren en poco tiempo, ya que no trabajan por nada".

Con el negocio centrado en Europa

Wonderbox llegó a Barcelona en 2009 y fue la primera ciudad que eligió para establecer una base de operaciones fuera de Francia. Bertile explica que eligieron la capital catalana "porque es un mercado perfecto, con muchas empresas tecnológicas, algo esencial, ya que al principio vendíamos sólo en Internet". De hecho, otro de los motivos de la elección de Barcelona fue "las ganas que tienen los catalanes y españoles de vivir la vida". Esto es un punto que aunque resulta anecdótico, es clave para implantarse en un país.

La empresa de Bertile y James tiene como principal mercado su país natal y España ocupa el segundo puesto del ranking. Luego vendrían otros como Italia, Bélgica o Suiza. Pero también se han aventurado en otros países como Estados Unidos o Alemania, sin éxito alguno.

En EEUU, Bertile reconoce que "la fuerte competencia y la imposibilidad de estar allí" fueron elementos disuasorios para asentarse y poder crecer. En Alemania, el motivo es mucho más simple, "la gente allí no tiene la cultura ni el modo de vida que hay en los países latinos para salir y vivir experiencias".

En España tienen hasta 80 trabajadores repartidos entre Barcelona y Madrid. La mayor parte de sus empleados ya están establecidos en la capital española. Allí, reconoce, "es donde están todas las sedes de las empresas del sector". De hecho, en Madrid también tienen a su equipo de ojeadores, que son quienes se encargan de elegir qué hoteles y restaurantes son suficientemente buenos para estar en sus cajas. El negocio, según Bertile, va viento en popa a nivel español. Crecen a un ritmo de un 30 por ciento anual, y no piensan bajar la velocidad este año.

Diferenciación según el mercado

Pero el mercado de las cajas de experiencias es duro. En los últimos años han surgido muchas empresas similares como Smart Box, Dakota Box o La Vida es Bella -véase apoyo-. Wonderbox vende 800.000 cofres y factura 19 millones de euros en España, pero el objetivo es acabar el año con un millón de cofres vendidos. Aunque gran parte de ese logro dependerá de la campaña navideña, cuando venden la mitad de sus productos. Sin embargo, para llegar a esa cifra y poder superar la competencia, Wonderbox quiere conseguir una diferenciación según el mercado en el que trabaja. Con Francia como laboratorio de pruebas, en cada país lanza una serie de cofres que son genuinos para adaptarse a los gustos de sus habitantes. En España funcionan sobre todo los cofres de escapadas de fines de semana, así como los gastronómicos y de experiencias extremas.

Entre las novedades, uno de los ejemplos más curiosos es el de unas nuevas cajas que imitan a las propias películas que han sustituido en las estanterías de los centros comerciales. El usuario puede ser James Bond conduciendo un ferrari o yendo en parapente. También puede ponerse uno en la piel de un esquimal durmiendo en un iglú.

Pero el horizonte en el sector es prácticamente infinito, y Bertile no descarta algún día hacer cajas donde se incluya el vuelo y la estancia en una ciudad europea, todo incluido. Pero por ahora, Wonderbox quiere seguir regalando experiencias en cajas a un precio asequible. Cajas que, lejos de desembocar en las calamidades que Zeus incluyó en la que creó junto con Pandora, quiere que los receptores las abran y vivan emociones similares a las que vivió la pareja de creadores hace ya una década en su luna de miel.

La competencia con la que 'lucha' Wonderbox

La competencia en el sector de las ?cajas de experiencias? ha crecido mucho con los años, estos son los protagonistas. 

-Smartbox. Es el líder del sector en España con una cuota de mercado del 34 por ciento. 

-Wonderbox. La empresa de Bertile y James sigue muy de cerca a Smartbox con un 32 por ciento de cuota de mercado, pero seguirán "diferenciándose" para copar la primera posición. 

-Dakotabox. Es la tercera en el ránking con un 20 por ciento de cuota de mercado

-La Vida es Bella. Tiene un 12 por ciento de cuota de mercado.