El Barça renuncia a hacer nuevo estadio y reformará el Camp Nou
La directiva del Fútbol Club Barcelona que preside Sandro Rosell decidió ayer renunciar definitivamente a su intención inicial de construir un nuevo estadio en un nuevo emplazamiento y optó por realizar una profunda remodelación del Camp Nou. El coste estimado del nuevo proyecto ascendía a unos 1.200 millones de euros, cantidad que el club no podía asumir.
De esta forma, Rosell seguirá los pasos de sus predecesores el cargo, Joan Laporta y Josep Lluis Núñez, que abogaban por la remodelación del actual estadio. De hecho, durante su etapa como presidente Laporta ya encargó un proyecto al arquitecto Norman Foster con un coste estimado de entre 250 millones y 300 millones.
Ayer, el alcalde de Barcelona, el convergente Xavier Trias, confirmó ayer que Barça ya le informó hace unos días sobre su opción por remodelar el actual Camp Nou y desistir de la construcción de un nuevo estadio. En declaraciones a la emisora RAC1, Trias admitió que la construcción de un estadio nuevo "no afectaba a los vecinos. Era una situación relativamente tranquila. El problema era el terrible coste de una operación como esta [para el Barça]. Para los vecinos de Les Corts era positivo porque se construía una zona deportiva en el espacio del estadio".
Tras tomar esta decisión, la junta tiene previsto celebrar una consulta entre los socios del club los días 5 y 6 de abril en la que deberán votar si están a favor o en contra de la reforma que se propone. El proyecto incluye un aumento de las localidades y cubrir todas las gradas con un techo. Además, también está prevista la construcción de un nuevo Palau Blaugrana donde competirán las secciones del club. Esta remodelación tiene un coste estimado e 600 millones.
Rosell y sus más allegados defendían la construcción de un nuevo estadio, una obra que habría marcado su mandato y que habría significado un legado histórico. El presidente incluso llegó a plantear una derrama entre los casi 100.000 socios de 6.000 euros por persona, lo que hubiera supuesto unos ingresos de casi 600 millones. El resto del presupuesto, hasta los 1.200 millones se hubiera logrado comercializando el nombre del estadio y, el resto, mediante financiación bancaria.
Por otro lado, la junta directiva también analizó el contrato y los pagos que realizó el club por el fichaje del delantero brasileño Neymar Da Silva Santos. Al parecer, el coste de la operación fue de 95 millones de euros y no los 57 millones que declaró oficialmente el presidente Sandro Rosell. Este es el sobrecoste que revelan los contratos suscritos entre el club azulgrana y el jugador brasileño, que obran en poder del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional y que fueron desvelados por El Mundo. Los 38 millones de diferencia se pagaron en comisiones y primas de fichaje.