Cataluña

Artur Mas ofrece a la francesa SNCF sustituir a Renfe en la red de Rodalies



    El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ofreció ayer al presidente de los ferrocarriles públicos franceses SNCF, Guillaume Pepy, que la compañía se haga cargo de la gestión de la red de Rodalies (cercanías) de Barcelona. Ambos mantuvieron ayer un almuerzo en París con motivo de un viaje oficial del presidente catalán.

    La Generalitat tiene traspasadas las competencias sobre la red de trenes de Rodalies, aunque Renfe tiene el contrato de gestión en vigor hasta el año 2016. A partir de esa fecha, la Administración catalana podría elegir entre renovar el contrato a Renfe o buscar uno nuevo. Según explicó el propio Mas ayer, los franceses "tienen ganas de hacer cosas en Cataluña" aprovechando la liberalización del sector ferroviario. El encuentro entre ambos es de "continuidad", ya que ambos ya se vieron en Cataluña hace unos meses. "Pidieron continuar las conversaciones en París, y estamos en este punto de ver si entre Ferrocarrils de la Generalitat y alguien que no sea Renfe existe la posibilidad de hacer algo en el futuro", señaló el presidente catalán.

    Al parecer, SNCF tiene interés en hacer crecer sus operaciones en Cataluña. "El Gobierno español aún pone algunas trabas para poder realizar el cambio de operador, pero queremos estar preparados para cuando se produzca la liberalización total en Europa", explicó ayer Artur Mas en París.

    Desplante del ministro

    Por otro lado, el ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, volvió a suspender ayer noche el encuentro que Mas tenía agendado en su visita a París. Según la versión francesa, "problemas de agenda" impidieron el encuentro. La Generalitat quitó hierro al desencuentro y Mas reconoció que hace dos meses el encuentro ya se había frustrado también por problemas de agenda. Sin embargo, esa entrevista era el plato fuerte del viaje del president a Francia y la anulación es un nuevo revés a la campaña internacional a favor del derecho a decidir de Cataluña que Mas ha emprendido.

    "La campaña es un fracaso, nadie recibe a Mas, lo de la independencia de Cataluña es algo de lo que nadie quiere oír hablar, es un invento que se queda para el consumo interno", reconocen fuentes oficiosas de CiU. La presión del Estado español para evitar este tipo de encuentros "es un hecho real y es muy complicado superarla", reconocen las mismas fuentes.