Cataluña
La Caixa hace caja y vende el 100% de Port Aventura a la familia Bonomi
Criteria CaixaHolding, la sociedad que agrupa a las participadas no cotizadas de La Caixa, ha cerrado un acuerdo con el grupo italiano Investindustrial para venderle toda su participación (el 50 por ciento del capital) en el parque temático Port Aventura por 105 millones de euros.
Investindustrial, controlado por la familia Bonomi, ya entró a en el accionario de Port Aventura en diciembre 2009 cuando compró la mitad del capital a La Caixa. Una vez se escriture la operación, el grupo italiano se convertirá en el propietario del cien por cien del parque de atracciones ubicado en Salou (Tarragona).
Las dos operaciones de compra de Investindustrial a La Caixa-Criteria han supuesto unos ingresos para la caja de 200 millones.
La venta incluye el parque temático, el acuático, los hoteles y el centro de convenciones. Sin embargo, Criteria mantiene el cien por cien de la empresa propietaria de los terrenos para uso residencial y comercial, los campos de golf y el Beach Club. Estos terrenos e instalaciones los tiene comprometidos con el constructor Enrique Bañuelos que los comprará para desarrollar el complejo turístico-comercial Barcelona World.
Fuentes de La Caixa señalaron ayer que "con esta operación, se garantiza la continuidad y el crecimiento del proyecto de PortAventura, lo que redundará en beneficio de los usuarios del parque, de los empleados y del conjunto del territorio".
Desde Investindustrial señalaron ayer que "nuestro compromiso de inversión de 80 millones en la primera fase se ha cumplido y ahora hemos desarrollado un plan de inversión de la misma cuantía para poder impulsar más aún el crecimiento de PortAventura a nivel internacional, donde ya casi el 40 por ciento de los clientes vienen de fuera de España". PortAventura es el parque temático líder en España, con más de 3,7 millones de visitantes en 2011, un 16 por ciento más que el año anterior.
La operación pone fin a la presencia de la Caixa en el parque temático, que se remonta a 1994, cuando la entidad financiera, entonces presidida por Josep Vilarasau, acudió al rescate del gobierno de Pujol por los problemas financieros de su entonces principal socio, la sociedad Grand Peninsula del empresario Javier de la Rosa. En su libro de memorias, Vilarasau asegura que fue la única ocasión en que cedió a los intereses políticos.