El PSC tendrá voz en el Congreso y pedirá reformar la Constitución
Los partidos políticos catalanes se mueven a velocidad de vértigo ante la proximidad de las elecciones catalanas del 25 de noviembre. El PSC, pillado a contrapié por la convocatoria de Artur Mas, ha definido en sólo un fin de semana lo que antes le costaba meses.
En 48 horas ha elegido candidato a la presidencia de la Generalitat; ha definido su posición negativa a la independencia de Cataluña; ha exigido al PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba que los socialistas catalanes tengan grupo propio en el Congreso y que será este grupo quien impulse en las Cortes una reforma de la Constitución para permitir una España federal.
La repentina celeridad tiene un motivo: al primer secretario del PSC y candidato socialista a la Generalitat, Pere Navarro, lo conocen muy pocos electores y las encuestas vaticinan a los socialistas un resultado pésimo en las autonómicas. Si con José Montilla en 2010 el PSC obtuvo 28 escaños (el peor resultado de su historia), ahora podría quedarse con sólo 21 diputados, a punto de dejar de ser la segunda fuerza política de Cataluña y muy lejos de los 67 que podría obtener CiU.
El hipotético hundimiento electoral del PSC podría incluso llevar a un cisma del socialismo catalán, algo que Rubalcaba quiere evitar a toda costa ya que el PSOE difícilmente ganará de nuevo unas elecciones generales sin obtener buenos resultados en Cataluña.
Ante esta situación de emergencia, Rubalcaba está dispuesto a aceptar la demanda de grupo propio en el Congreso que ha hecho Navarro. Fuentes socialistas señalan que el acuerdo está "en la recta final" y estiman que el anuncio oficial se realizará después de las elecciones en Galicia y el País Vasco.
Navarro fue elegido el domingo candidato socialista a la Generalitat en el Consell Nacional del PSC con un 73 por ciento de los votos, frente al 23 por ciento que obtuvo la exconsellera Montserrat Tura. Ayer, en una entrevista a TV3, aseguró que el Estado de las autonomías está "agotado", y celebró que el PSOE "se está acercando" a las posturas federalistas del PSC por el trabajo que los socialistas catalanes están haciendo para convencer a sus compañeros del resto de España de esta "tercera vía" de encaje de Cataluña y el Estado español.
Por su parte, también ayer, Alfredo Pérez Rubalcaba en una entrevista a Telecinco, admitió que hay que "revisar la situación de Cataluña para garantizar una financiación más justa", y defendió que frente a la "ruptura a plazos" de CiU o el "inmovilismo" del PP, el PSC siempre ha buscado la convivencia de Cataluña con el resto de España.
Ruido de sables
Por su parte, ayer el president Artur Mas firmó el decreto de convocatoria de elecciones y disolución del Parlament. Tras la firma, Mas lamentó el "discurso del miedo" que a su juicio llega desde España y advirtió de que "no se puede hacer callar a un pueblo a base de introducir el miedo", y aseguró que en el contexto de la Unión Europea no es imaginable una respuesta militar a las pretensiones soberanistas de Cataluña.
El Estado español "no podrá utilizar las armas" para impedir el proceso si viene respaldado por amplias mayorías, garantizó Mas en su discurso final.