Cataluña

"El consumo de papel ahora lo hacemos en casa"



    Rezuma tinta por sus dedos. Bernat Gómez Masana es, además de presidente del Gremio de Industrias Gráficas de Cataluña y vicepresidente de la Federación Nacional de Industrias Gráficas, un amante de los libros. De hecho, además de presidir y dirigir la empresa Grafos, es accionista de la cadena de librerías La Central. También es miembro de la junta directiva de la patronal CEOE.

    Su sector vive una de las mayores revoluciones del momento. ¿Internet acabará devorándolo?

    (Sonrisa) El sector gráfico ha sido siempre un sector muy ligado a la revolución tecnológica. De hecho, yo creo que he vivido tres o cuatro revoluciones tecnológicas. El fotolito supuso una revolución hace 20 años y ahora ha desaparecido...

    Ya, pero esta parece la definitiva, ¿no?

    Nuestro sector es un sector intensivo en capital. Siempre se tiene que invertir para no quedarte atrás.

    Se lo preguntaré a lo bruto. ¿Ha muerto el papel?

    No, en absoluto. Pese a la crisis económica el consumo de papel no deja de crecer. Lo que pasa es que ahora consumimos más hojas en blanco. Folios que imprimimos en las impresoras que cada uno tenemos en casa...

    De acuerdo, pero sin ese consumo en domicilios particulares, ¿cómo va el sector?

    El año pasado ha caído entre un 5 y un 8 por ciento. Le explico. El folio en blanco crece, pero el resto cae bastante.

    ¿Me lo puede detallar por segmentos?

    Mire, el papel prensa y las revistas caen mucho. Los libros descienden porque las tiradas cada vez son más cortas, pero lo compensa que la rotación de títulos es mucho mayor. La impresión de envases, el packaging, también se mantiene. En cuanto a la actividad de catálogos el descenso es del orden del 20 por ciento y el problema es que quien ha dejado de hacer catálogos en papel, dificílmente volverá ahacerlos. Luego está la publicidad, en vallas y otros soportes, que ha caído del orden del 50 por ciento.

    Hombre, pues el panorama no es muy halagüeño. ¿Quizá nos salvan las exportaciones?

    Sí. La industria gráfica catalana exporta el 30 por ciento de su producción, y lo más destacable es que exportamos al primer mundo, a la Unión Europa y Estados Unidos.

    ¿Y qué les exportamos?

    Editoriales de Estados Unidos y europeas imprimen sus libros aquí. También fabricamos para ellos muchas etiquetas para productos. En cuanto al packaging, hacemos menos porque ocupa más volumen y es más caro de transportar.

    ¡Por fin una buena noticia! Pero, ¿hay algún pero?

    Sí. Le he dicho que la industria gráfica es intensiva en capital. Tenemos que invertir mucho para renovar la maquinaria y adquirir la última tecnología que es la única garantía para poder seguir siendo competitivos. Y para eso necesitamos que la banca nos dé crédito. Nosotros funcionamos con el ciclo inversión -amortización- deuda ya hora ese ciclo se ha roto.

    Sin crédito no hay renovación y eso es grave...

    Es grave a medio y largo plazo. A corto seguimos siendo competitivos, pero ahora mismo se está produciendo una nueva oleada de tecnología y la estamos dejando pasar por falta de crédito y eso lo pagaremos en años venideros.

    ¿Para eso no están las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) o del Institut Català de Finances (ICF)?

    Llegan con cuentagotas. El filtro de esos préstamos siguen siendo las entidades financieras y no llegan a las empresas ni en la cantidad ni en los plazos necesarios para realizar las inversiones que son necesarias.

    ¿Cuál es el futuro del sector?

    Hemos de saber complementar el soporte papel con un servicio sobre una multiplataforma digital. La combinación de soportes es clave para nuestro futuro. Las web 2.0., las producciones virales... Y para eso es muy importante acercarnos al sector de desarrollo de programas, a los diseñadores gráficos y a las empresas que generan videojuegos.

    ¿Un cambio radical para el que Barcelona tiene personas especializadas?

    No.Tenemos que generar esos trabajadores. Calculamos que esta actividad tiene capacidad para generar 10.000 puestos de trabajo entre los jóvenes, el sector más afectado por el desempleo.

    ¿10.000 contrataciones?

    Bueno, yo creo que se trata más de auto empleo. Empresas que les subcontratarán como proveedores. Es algo que ya está ocurriendo.

    ¿Y dónde los forman?

    Hemos creado la escuela Antonio Algueró. Es un centro en el queremos crear especialistas en sonidos, en agua ... Es un laboratorio, un sitio de experimentación para que los jóvenes puedan desarrollar su potencial sin marcharse del país.