Barcelona vive una encendida jornada de movilizaciones
Cuatro manifestaciones y más de 30 detenidos en un día en el que los antisistema quemaron 200 contenedores en el centro
Ayer ardió Barcelona. Literalmente. La ciudad vivió una jornada donde se quemaron casi 200 contenedores de basura, lo que provocó una imagen de caos ciudadano. La mayoría de los incendios se produjeron a mediodía, cuando una manifestación de antisistemas recorrió Paseo de Gracia, la Avenida Diagonal y la calle Balmes, rompiendo cristales y lanzando artefactos incendiarios contra las oficinas centrales de Banco Sabadell, BBVA, Bankia y, sobre todo, de Deutsche Bank, donde el fuego entró dentro del inmueble.
Esta manifestación derivó en una protesta violenta que una veintena de furgonetas de los Mossos d'Esquadra intentaron desarticular. La policía detuvo a más de 30 personas de las que una decena han sido imputados. Por la tarde, otras tres manifestaciones recorrieron la ciudad: una convocada por CGT, que también provocó disturbios, quema de contenedores y salvas de la policía en Plaza Urquinaona; otra convocada por el movimiento del 15 M en la Plaza Cataluña que se unió a la de CGT; y la tercera, organizada por CCOO y UGT, más pacífica y que reunió a muchas decenas de miles de personas que bloquearon el Paseo de Gracia.
La sensación en Barcelona es que la huelga tuvo mucha mayor repercusión que la que se realizó en septiembre de 2010. Los datos oficiales confirman esa sensación: el consumo eléctrico en Cataluña cayó un 24 por ciento, frente al 16 que disminuyó en el conjunto del Estado. La Generalitat reconoció un paro del 20,5 por ciento en el sector público (70 por ciento según los sindicatos). La patronal del comercio informó de un paro del 10,5 por ciento (50 por ciento según los sindicatos) y la patronal Pimec aseguró que sólo el 17,5 por ciento de los trabajadores de las pequeñas empresas no acudieron a su puesto de trabajo. Donde el paro fue muy elevado (casi cien por cien) fue en el sector del metal, en las factorías de automóviles de Seat y Nissan y en muchos polígonos industriales. Basados en estos datos, los sindicatos aseguraron que el seguimiento de la huelga fue del 82 por ciento.
Mucho más tranquila fue la jornada en Andalucía, donde se vivió una huelga a medio gas. Mientras que sectores como el de la industria, el transporte (en especial los puertos, incluido Algeciras, o el metro de Sevilla) o la construcción sí que registraron un alto seguimiento, el comercio y la hostelería, la agricultura y los servicios centrales se vieron mucho menos afectados. La Junta de Andalucía aseguró que el 15,17 por ciento de los trabajadores de los servicios centrales de la administración autonómica secundó el paro, más del doble que en la anterior huelga de 2010 (6,65).
Cerró la Alhambra y la estación de esquí de Sierra Nevada, en Granada; las grandes factorías de Renault, EADS o Heineken en Sevilla, y el seguimiento fue masivo en los dos polos industriales de Huelva y Algeciras. Respecto a las manifestaciones en las ocho capitales de provincia, las más numerosas fueron las de Sevilla y Málaga, donde los sindicatos cifraron la asistencia en 100.000 personas en cada caso, y la policía rebajó la cifra a 10.000. En la jornada hubo 34 detenidos.
Castilla-León y Valencia
En Castilla-León hubo un detenido a las puertas de la factoría de Michelin en Valladolid y se produjo un conato de agresión al secretario provincial de CCOO en León por parte de un individuo bebido y armado con un machete. El paro se dejó sentir fundamentalmente en las zonas industriales, con especial incidencia en Renault. Michelin no se vio afectado por el paro. Las organizaciones empresariales reconocieron la incidencia en las zonas industriales, debido a los piquetes y a las "vacaciones pactadas" entre los trabajadores y las empresas.
En la Comunidad Valenciana, más allá de la habitual guerra de cifras -76 por ciento de seguimiento para los sindicatos, menos del 40 por ciento para el Gobierno-, lo más destacado por ambas partes fue la ausencia de incidentes graves, con sólo un miembro de un piquete detenido por agresión en Sagunto (Valencia). La huelga se notó en industrias como Ford, que paró la producción, mientras que en la administración pública solo fue relevante en el transporte, con hasta el 83 por ciento de seguimiento en autobuses interurbanos, y en educación, con más del 30 por ciento. También sin incidencias discurrieron por la tarde las manifestaciones.