La pista de hielo de plaza Cataluña atraerá a 200.000 curiosos al centro de Barcelona
Gracias a esta iniciativa, Fundación Barcelona Comerç espera un repunte de las ventas del 2% al 3%.
Generar actividad comercial y propiciar la afluencia de visitantes es el principal objetivo de la pista de hielo que Fundación Barcelona Comerç colocó en pleno centro de la ciudad condal a principios de diciembre. Parece que, de momento, la receta ha funcionado: "Hay más gente en la calle, aunque no creemos que las ventas crezcan más allá de un 2 o 3 por ciento respecto a 2010", explica el presidente de la fundación, Salvador Albuixech. Sin embargo, no quiere pecar de optimista: "Parece que se mantendrá la tónica de ventas del año pasado, que fue muy mala, aunque con un ligero incremento".
Las cifras de afluencia, de momento, les avalan: hasta el 18 de diciembre, sin haber llegado aún a las vacaciones escolares y con solamente 15 días de apertura a sus espaldas, ya han logrado más de 100.000 visitantes y entre 35.000 y 40.000 patinadores. "En las tres semanas que nos quedan -la pista cerrará el próximo 8 de enero- esperamos, como mínimo, duplicar estas cifras", explica Albuixech. Así, alcanzarían los 200.000 visitantes y se acercarían a los 80.000 patinadores. Además, añade: "la iniciativa es un éxito en si misma porque no nos exige un gran desembolso y ha funcionado muy bien como medio de promoción del comercio local". BarGelona es el nombre que recibe esta nueva pista de hielo urbana, instalada en la céntrica Plaza Cataluña de Barcelona, la misma que hace unos meses fue ocupada por el movimiento 15-M. "El coste final de las instalaciones se ha situado por encima de los 400.000 euros", explica Albuixech. Los primeros presupuestos apuntaban a un gasto de 700.000 euros, pero el proyecto definitivo, que incluye una cafetería anexa, acabó siendo más económico. Dentro de estos 400.000 euros se incluyen los 5.000 euros que el ayuntamiento de Barcelona ha recibido en concepto de alquiler, por estar situada la pista en un lugar público. "Además, les hemos pagado una fianza por un valor mucho más elevado", afirma. El proyecto ha contado con financiación de distintos patrocinadores del calibre de La Caixa o Estrella Damm. La fundación confió la gestión del proyecto a la compañía AP Productions, una empresa catalana dedicada a la organización de eventos.
Entre estas aportaciones de los patrocinadores y lo recolectado con "tickets de entrada y consumiciones", la fundación ha logrado prácticamente cubrir el gasto. Nacido como una iniciativa para contribuir al ambiente y las compras navideñas, sus 1.200 metros de pista convierten a BarGelona en la más grande de Europa en su estilo. Según el presidente, esta iniciativa demuestra que el comercio urbano es capaz de hacer actividades que representan un bien para el ciudadano medio.
Además de servir para fomentar el consumo, la pista ha sido un motor de empleo en la ciudad: más de 280 personas trabajaron en su montaje y unas 82 trabajan a día de hoy a tiempo parcial en el recinto. "En las horas punta tenemos a unas 14 personas solamente repartiendo patines". Por otra parte, la promoción de la pista de hielo ha sido sencilla pero efectiva: los comercios barceloneses asociados a la fundación recibieron un total de 600.000 vales con descuentos tipo dos por uno para repartir gratuitamente entre sus clientes. "En algunas tiendas nos han llamado para decirnos que se han quedado sin vales", afirma el presidente de la fundación, lo que para él indica que "más gente ha acudido a las tiendas, por lo menos a preguntar por los vales".
Apuestan por repetir
A partir del día 15 de enero, la fundación tiene previsto hacer balance de su iniciativa para valorar su continuidad, aunque tienen bastante claro de antemano que el año que viene volverán a instalar la pista en Barcelona. Con la experiencia de este año en el saco, la fundación ya se plantea introducir algunas modificaciones para el que viene. "Queremos adecuar la estructura para que sea más accesible y dar toques de decoración tanto a las vallas exteriores como a la cafetería", resume Albuixech. Por parte del ayuntamiento de Barcelona parece que no habrá ningún impedimento para que se reedite la experiencia. De hecho, el alcalde de Barcelona Xavier Trias calificó la instalación de "acierto" y afirmó en declaraciones a RAC1 que "el año que viene repetiremos". También la segunda teniente de alcalde, Sonia Recasens, tuvo buenas palabras para el proyecto: "esta incitativa generará consumo y reactivará la economía de la zona", afirmó a principios de mes. La responsable municipal de deportes, Maite Fandos, se pronunció de igual forma en favor de la iniciativa, ya que la considera un apoyo a la candidatura de Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022.
A parte de la pista de hielo, la fundación Barcelona Comerç preparará otra nueva propuesta para tratar de dinamizar la navidad de 2012: "cada año intentamos aportar algo novedoso".
Otros centros comerciales catalanes también se han apuntado a la apertura de este tipo de instalaciones para fomentar el consumo y la afluencia de visitantes. Es el caso del centro comercial Pedralbes Center, en Barcelona, o del centro Magic de Badalona.