"Sostenibilidad y seguridad de suministro"
El mercado energético está sometido a continuas tensiones y transformaciones, pero sigue siendo uno de los vectores principales de desarrollo de la sociedad. A sus dinámicas intrínsecas, este sector tiene que añadir la actual coyuntura económica, aunque esto no es impedimento para que las empresas energéticas mantengamos nuestros objetivos de competitividad, sostenibilidad ambiental y seguridad de suministro.
A lo largo de 2011, han sucedido dos acontecimientos de relevancia internacional que han demostrado la enorme interconexión del mercado energético: la crisis nuclear derivada del terremoto de Japón y las revueltas en el Norte de África. En este contexto, ahora más que nunca, es necesario adoptar decisiones políticas pensando en el largo plazo, si queremos diseñar un modelo sostenible que dé respuesta a los actuales retos del mercado. Concretamente, en España, todos los agentes del sector estamos haciendo verdaderos esfuerzos por caminar hacia un nuevo marco energético.
En el campo de la competitividad, es necesario cumplir con los compromisos para que el déficit de tarifa del sector eléctrico desaparezca en 2013. El Gobierno ha empezado a titulizarlo este año, pero todavía queda mucho por hacer para resolver este gran problema del sector eléctrico español, que repercute en los consumidores, en las propias empresas energéticas y, en último término, en nuestra economía.
Otro reto importante al que debe hacer frente el sector es el coste de las renovables. Hay que intentar acompasar la introducción de las nuevas tecnologías renovables maduras, como la eólica, a la evolución de la demanda, y dejar para más adelante la instalación de tecnologías que todavía no están suficientemente maduras. Asimismo, hay que aflorar los costes asociados a las renovables para trasladarlos debidamente a los precios. Pero, por encima de todo, hay que terminar de liberalizar el mercado de la electricidad.
Desde el punto de vista de la sostenibilidad ambiental, tenemos también asignaturas pendientes. La eficiencia energética debe ser una prioridad real, promoviendo, por ejemplo, las cogeneraciones, cuya instalación actualmente no está incentivada, y apoyando el desarrollo de las smart grids.
Tenemos también que reflexionar muy seriamente sobre la necesidad de disponer de una generación térmica de back up, fundamentalmente con ciclos combinados de gas, que todavía no está reconocida como tal.
La reducción de emisiones de CO2 es otro de los grandes retos y por ello se debe apostar por una adecuada I+D que potencie el secuestro y captura de carbono. Pero es necesario también tomar medidas en el transporte, principal causante de este tipo de contaminación, apoyando la introducción del coche eléctrico y del gas natural vehicular.
Y en el ámbito de la seguridad de suministro, otro de los objetivos primordiales del sector, es necesario continuar desarrollando las interconexiones de gas y electricidad con Francia. España debe dejar de ser una isla energética y empezar a jugar un papel relevante en el mercado energético europeo, sacando provecho de lo que ello implica, pero también aportándole nuestra diversificación de suministros.
Todas estas líneas de actuación son necesarias para mejorar el sector español y para dar una proyección internacional a nuestra industria. Desde Gas Natural Fenosa, trabajamos para que los vectores de competitividad, sostenibilidad ambiental y seguridad de suministro estén en el centro de las políticas y del nuevo modelo que el país necesita para su desarrollo energético y económico.