Cataluña

Pascual prevé crecer para copar la capacidad productiva de Gurb en 2023

  • La compañía cerró este viernes en Barcelona las celebraciones de su 50 aniversario
  • La planta de Gurb envasa leche para Pascual y para la cooperativa catalana Llet Nostra
  • El grupo quiere diversificar, ganar eficiencia y sumar negocios en el sector lácteo
El presidente de Calidad Pascual, Tomás Pascual. Foto: Luis Moreno

Estela López

Calidad Pascual quiere alcanzar el máximo de la capacidad productiva de su planta de Gurb (Barcelona) en 2023, según anunció este viernes el presidente de la empresa familiar burgalesa, Tomás Pascual, en la clausura en Barcelona de las celebraciones del 50 aniversario de la compañía.

Las instalaciones de Gurb, abiertas hace 15 años, pueden envasar 200 millones de litros de leche anuales, pero actualmente no llega a 150, entre los algo más de 120 que envasa para Calidad Pascual y los algo más de 20 que envasa para la cooperativa catalana Llet Nostra, en el marco de un contrato industrial iniciado en mayo de 2018.

Inversión de 15 millones

Tomás Pascual confió en que el crecimiento propio y el de Llet Nostra permitan aprovechar todo el potencial de la planta dentro de tres años, tras una inversión de 15 millones de euros entre 2018 y 2019 para modernizar equipos.

Los últimos datos financieros de Calidad Pascual son los de 2018, cuando facturó 695 millones de euros, un 3% más que el año anterior, de los que 104 correspondieron a Cataluña, lo que supone el 15% del total.

Tomás Pascual destacó la importancia del mercado catalán para el grupo, y ejemplificó que es el primer territorio de consumo de su marca de agua Bezoya.

Nuevo plan estratégico

Calidad Pascual ha puesto en marcha el plan estratégico 2020-2023, pero todavía no ha desvelado públicamente sus detalles. En líneas generales, Tomás Pascual apuntó a objetivos de diversificación y de mayor eficiencia, así como de búsqueda de nuevos nichos de mercado añadiendo referencias de productos lácteos y añadiendo valor a la materia prima.

Sobre este último punto, hizo referencia al potencial de negocio de la grasa de la leche –que se vende por ejemplo para repostería-, del suero y de las proteínas.

Todo ello para contrarrestar la caída del consumo de leche, que en España ha retrocedido un 30% desde el año 2000, detalló. "Hemos tenido que innovar y seguiremos innovando", remachó.