Kronospan sitúa a Burgos como referente europeo en la fabricación de tableros
Kronospan, líder mundial en la fabricación de tableros de aglomerado, refuerza su apuesta por Burgos. La multinacional austriaca ha culminado en su planta de Castañares la primera fase de una inversión que ascenderá a 100 millones de euros, una de las mayores realizadas en esta provincia en la última década.
La planta es una de las dos que tenía el Grupo Interbón, que entró en situación concursal por la crisis de la construcción, y que fue comprada en subasta por el gigante austriaco en septiembre de 2012. Tres años después se ha convertido en un referente para el Grupo. Junto a esta planta situada en el barrio burgalés de Castañares, adquirió también la situada en Salas de los Infantes, destinada a la producción de tablero de fibra MDF. La primera fase de remodelación y modernización de la planta, que concluyó a finales de octubre y a cuya puesta de largo ha acudido este lunes el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se ha centrado en el aumento de la capacidad de producción, la automatización de procesos y en la reducción del impacto ambiental. Así se ha ampliado la prensa en la que se producen los tableros en 20 metros hasta llegar a los 46 y convertirse en la más larga del sur de Europa.
Esta mejora permitirá triplicar la producción, que ya ha crecido un 40 por ciento al pasar de 600 metros cúbicos al día a 1.000, "aunque en la segunda fase llegaremos a 2.000", explica el director comercial de la compañía, Carlos Navarro.
Se ha aumentado además la zona de tratamiento de madera para poder pasar de utilizar un 30 por ciento de material reutilizado al 100 por cien. Junto a esto ha habido un importante avance medioambiental. Así se ha instalado un electrofiltro para depurar de residuos el alto volumen de vapor de agua que se produce, unos 50.000 litros a la hora. "Ya cumplíamos la normativa, pero hemos aumentado la limpieza de gases para conseguir que la fábrica sea medioambientalmente sostenible", añade Navarro. Asimismo, se ha instalado una nueva planta de energía con biomasa, cuya entrada en servicio está prevista para mediados de enero, y que permitirá aprovechar las cortezas y residuos que se generan en el proceso de producción.
Junto a la apertura a la exportación para las plantas que supuso la llegada de Kronospan, la multinacional ha aportado "su conocimiento" en la mejora de la eficiencia con la reducción de costes indirectos y en la mejora de la productividad con una permanente política de inversiones.
Potencial logístico
A estos habría que añadir el impresionante potencial logístico de la multinacional. "Tiene vagones de tren, barcos y nos hemos quedado con la concesión del Puerto de Gandía", asegura Carlos Navarro, quien añade que "como es un producto muy barato le influye mucho el transporte". Durante los tres años gestionados por el grupo familiar de origen austríaco, las ventas de la planta no han parado de crecer. "Este año hemos facturado 150 millones de euros y el próximo esperamos facturar 180 millones, un 20 por ciento más, entre la planta de Castañares y la de Salas de los Infantas". Cuando concluya la segunda fase, la planta crecerá con segundas transformaciones (suelo, encimeras de cocina), que aportan más valor añadido.
Empleo
Kronospan estima que más del 50 por ciento de esta inversión inicial ha revertido en empresas locales proveedoras de servicios, suministros, maquinaria y material que han participado en las obras efectuadas. Respecto al empleo, en esta primera fase más de 200 trabajadores han estado ocupados en su ejecución. Junto a esto, la actividad diaria de la planta que trabaja las 24 horas al día durante todo el año, no sólo permite mantener sus 180 empleados sino que genera por cada uno de ellos otros cinco de forma indirecta.