Plan para incrementar la facturación del sector agroalimentario un 9 por ciento
La estrategia 'Futura Alimenta 2014-2017' de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León prevé incrementar la facturación del sector agroalimentario un nueve por ciento, para alcanzar en 2017 los 11.000 millones, y en un 15 por ciento el valor de las exportaciones, hasta los 1.700 millones.
La estrategia, que ha sido presentada este jueves por la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, a las principales empresas del sector, ha destacado que esta estrategia cuenta con un presupuesto total de 393 millones de euros.
Los objetivos se centran también en inyectar financiación al sector por más de 287 millones de euros, pues Castilla y León cuenta con 3.073 empresas dedicadas a la agroalimentación que facturan 10.102 millones de euros, el 10 por ciento de la facturación de esta industria en España, que alcanza los 102.859 millones de euros. Unas cifras que sitúan a la Comunidad entre las tres primeras comunidades de España suministradoras de alimentos a nivel nacional.
A pesar de la coyuntura económica actual, el sector agroalimentario ha demostrado fortaleza, reflejado en la creación de empleo, con un aumento del 21 por ciento en los últimos doce años, hasta las 35.691 personas (frente a un descenso del tres por ciento en España), y elevando su facturación en el mismo periodo hasta los 10.102 millones de euros de 2012, es decir, un 62 por ciento más que en 2001 (mientras que en España se incrementó un 42 por ciento).
De los siete ejes de los que se conforma la estrategia, la consejera destacó durante su presentación dos de ellos, la de fomento del empleo y la de financiación empresarial. Los incentivos para proyectos de inversión generadores de empleo directo, que dispondrá de dos tipos de ayudas: a fondo perdido y, de manera general, las reembolsables, bajo la forma de préstamo. Estarán cofinanciados por el Feder dentro del marco del Programa de Desarrollo Rural de Castilla y León 2014-2020.
Igualmente, entre las medidas orientadas a la inserción y ocupación, se pondrán en marcha prácticas no laborales. Para facilitar la incorporación de jóvenes al mercado de trabajo la estrategia plantea la firma de convenios de colaboración con empresas agroalimentarias para que los estudiantes puedan realizar prácticas profesionales, con una remuneración equivalente al salario mínimo interprofesional que abonará el Ecyl. También se ofrecerá un servicio directo de asesoramiento y tutorización tanto a desempleados como a empresas y programas de autoempleo destinados preferentemente a jóvenes. Por este motivo, se apoyará mediante préstamos, avales, microcréditos e incluso la sucesión de empresas mediante compraventa, a quien inicie un proyecto emprendedor, en especial a los menores de 30 años.
Se incentivará la contratación indefinida de los trabajadores por cuenta propia que contraten al primer trabajador o la contratación temporal por motivos de conciliación de la vida laboral y familiar y se apoyará el mantenimiento de los puestos de trabajo con ayudas destinadas a aquellas empresas que atraviesen dificultades coyunturales.
En cuanto a los incentivos fiscales para el fomento del empleo, los contribuyentes podrán deducirse en el IRPF el 20 por ciento de las cantidades invertidas durante 2014 en la adquisición de acciones o participaciones como consecuencia de acuerdos de constitución de sociedades o de ampliación del capital en sociedades anónimas, limitadas o laborales cuando la sociedad destine la financiación recibida a proyectos de inversión realizados en Castilla y León. El importe máximo de la deducción será de 10.000 euros. Por último, se incluyen reducciones en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y en el de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
El segundo eje es el de la financiación. Al respecto, introdujo que la Junta ha destinado entre 2010 y 2013 un total de 131 millones de euros para facilitar el acceso a la financiación a las industrias agroalimentarias. La estrategia plantea incrementar la dotación de recursos destinados al apoyo financiero en un 80 por ciento.
Entre las medidas de apoyo incluidas en este eje destaca la concesión préstamos, con fondos del Banco Europeo de Inversiones, para financiación de circulante, refinanciación de deuda, proyectos de I+D+i y ?préstamos puente? hasta el cobro de las ayudas otorgadas a empresas del sector agroalimentario. Tendrán un periodo de carencia, plazo de amortización y condiciones generales más favorables que el mercado. También se pondrá en marcha una línea de avales.
Habrá una línea de ayudas de salvamento y reestructuración, de acuerdo con las directrices europeas, para empresas agroalimentarias que se encuentren en una situación de crisis, con el objetivo de favorecer el retorno de las empresas a la viabilidad técnica y económica.