La fusión Unicaja-Ceiss, en su momento decisivo
Llega el desenlace final sobre el futuro de Caja España-Duero (Ceiss). A las tres de la tarde de hoy culmina el plazo para que los preferentistas de la entidad acepten la oferta de compra lanzada en diciembre por Unicaja en el marco del proceso de fusión.
La entidad andaluza ha condicionado la absorción de la castellana a la adhesión a su propuesta de al menos un 75 por ciento de inversores de híbridos, con una aportación mínima al capital de unos 900 millones a través de los canjes por bonos convertibles.
La semana pasada había aún dudas sobre la operación, ya que es muy probable que no se alcancen estas exigencias. El día 10 había una aceptación del 50 por ciento. Ante estas circunstancias el Frob está dispuesto a conceder ayudas nuevas para evitar un fracaso y verse obligado a nacionalizar Ceiss.
Unicaja ha reclamado al fondo de rescate que sufrague las condenas por preferentes a la castellana para seguir con la absorción en caso de que no consiga el apoyo del 75 por ciento. Algunas fuentes sostienen que esta garantía asciende a unos 200 millones.
Los problemas de compra se producen por el rechazo de los particulares a la oferta de la andaluza, a pesar del proceso arbitral abierto por el Estado para que recuperen su inversión inicial. Los preferentistas han perdido hasta un 70 por ciento del dinero. Para este proceso, en caso de que la operación continúe adelante, costará entre 300 y 400 millones, dependiendo el porcentaje final de aceptación.
La adhesión al proyecto de Unicaja supone renunciar a acudir a los tribunales en caso de que el arbitraje sea desfavorable para el cliente. Para este escenario, la malagueña se ha comprometido a compensar en parte a los afectados con el objetivo de que aprueben su oferta.