Patronal y Cámaras, un tándem que hay que afinar
El calendario ha querido que en pleno conflicto prebélico entre las dos Coreas, Valladolid fuese escenario de una campaña de promoción del gigante asiático que preside Park Geun-hye para animar a las empresas de Castilla y León a invertir en su país.
El embajador en España de Corea del Sur, Oh Dae-Sung, tuvo que emplearse a fondo para minimizar los riesgos de un conflicto militar ante lo que consideró "bravuconadas" del joven Kim Jong-un y que sus amenazas no diesen al traste con el atractivo de un país que acapara el 60 por ciento del mercado mundial de la construcción naval, es la quinta potencia del mundo en el sector siderúrgico y en inversiones en I+D+i y cuenta con marcas capitales en el sector de la electrónica, como Samsung o LG.
El encuentro empresarial era el primero que ponían en marcha conjuntamente la patronal regional Cecale y el Consejo Regional de las Cámaras de Comercio. Aunque ambas organizaciones están colaborando en la redacción del nuevo Plan de Internacionalización de la Junta, la presencia de sus presidentes, Santiago Aparicio y Fernando Escobillas, escenificaba la voluntad de aunar esfuerzos en una materia que ha enfrentado a las dos instituciones tradicionalmente.
El gesto, sin duda, es un importante paso adelante para evitar que los celos competenciales ralenticen lo que hoy es una prioridad para los empresarios españoles, ganar los mercados exteriores.
Aparte de la mala pata que ha supuesto la coincidencia de la iniciativa con el ambiente hostil que se vive en la región asiática, fue desoladora la escasa respuesta de las empresas a la cita: apenas media docena de compañías acudió a conocer mejor los atractivos de un país que ofrece indudables atractivos para sectores como las renovables, la automoción o la agroalimenación.Aunar fuerzas es la mejor opción pero hay que afinar mucho más a la hora de definir objetivos y, sobre todo, de movilizar a los empresarios castellano y leoneses o la colaboración se quedará en un simple gesto para la galería.
RAFAEL DANIEL
Delegado de elEconomista en Castilla y León