Castilla y León

Ambientair entra en el mercado chino y crea en México su primera filial en el exterior

    Andrés Ortega, fundador de Ambientair


    Ambientair no ha perdido su olfato para hacer negocio desde que comenzó a fabricar fragancias para el hogar en 2010. La compañía segoviana, presente ya en 10 países, duplicó el pasado año sus ventas pese a la crisis, hasta alcanzar los 2,5 millones de euros, una cifra nada desdeñable si se tiene en cuenta que la producción de la compañía comenzó a finales de 2010. A punto de abrir una filial en México, la empresa que dirige Andrés Ortega, ha logrado entrar en el mercado chino.

    Ambientair no ha perdido su olfato para hacer negocio desde que comenzó a fabricar fragancias para el hogar en 2010. La compañía segoviana, presente ya en 10 países, duplicó el pasado año sus ventas pese a la crisis, hasta alcanzar los 2,5 millones de euros, una cifra nada desdeñable si se tiene en cuenta que la producción de la compañía comenzó a finales de 2010. A punto de abrir una filial en México, la empresa que dirige Andrés Ortega, ha logrado entrar en el mercado chino.

    Los comienzos, este año, son "esperanzadores", ya que han materializado varios pedidos tras su presencia en la feria más importante del mundo del sector, que se ha celebrado en Frankfurt hace unas semanas. "Estamos comenzando 2013 muy bien", afirma el fundador y consejero delegado de la compañía, Andrés Ortega, que prevé un incremento de facturación este año más modesto, pero que sitúa en un 25 por ciento "porque es difícil mantener el crecimiento del 50 por ciento, aunque creemos que será superado gracias a nuestra filial mexicana".

    La exportación es una de las claves sobre las que la compañía ha apuntalado su magnífica trayectoria. "Nos están recibiendo muy bien en todas las partes a las que vamos", señala este emprendedor.

    Las ventas en el exterior suponen un 20 por ciento, cumpliendo así la estrategia de una compañía que comenzó con "vocación global". El último hito ha sido introducirse en el mercado asiático, Japón y China.

    Desembarcar en este último destino tiene un especial significado para Ortega, aunque la cuantía de su primera inversión no sea muy elevada. "Nos hace mucha ilusión porque España ha comprado mucho en China y ahora es al revés".

    La empresa continúa, además, potenciando su red de agentes colaboradores en Europa, donde están presentes en Francia, Inglaterra, Italia, Alemania, Países Bajos, con especial incidencia en Portugal, dada su cercanía. A esto se une su estrategia de expansión en Sudamérica, no sólo con la filial mexicana, sino con su apuesta por Colombia, donde van a comenzar a comercializar sus fragancias, ya presentes en Chile y Brasil.

    Ortega explica las razones del éxito de este proyecto empresarial. "Hemos identificado perfectamente el segmento del mercado al que nos queríamos dirigir, que fue lo más difícil, para no tratar de abordar todo. Vamos al sector de clase media", dice el responsable de Ambientair. Además, destaca las bondades de sus productos. "El consumidor, por poco dinero, recibe una fragancia que le va a permitir ambientar su casa durante tres meses. Triplicamos la duración de cualquier ambientador, de sus características y además nuestros productos no tienen alcohol".

    En noviembre, la compañía lanzó una línea más económica, explica Ortega, aunque admite que "no es donde nos queremos centrar".

    Una de las características de la compañía es su flexibilidad. "Estamos trabajando a demanda. Antes lo hacíamos a un año vista, luego a seis meses y ahora para 15 días. Hemos tenido que invertir en maquinaria y especializarnos con la gente que tenemos, que nos han ayudado mucho porque se han creído el proyecto y lo viven como suyo".

    Ambientair fabrica fragancias para el hogar en diferentes formatos: difusores, sprays, mikados, ambientadores para coche. Además, distribuye velas y otros elementos de decoración para el hogar. Sus canales de venta van desde grandes almacenes (El Corte Inglés), tiendas especializadas e hipermercados como Día Consum o Hipercor (al que fabrica su marca).