Castilla y León

Cañete suaviza la norma del ibérico ante la presión de la industria y Castilla y León



    La presión de la industria chacinera y de comunidades como Castilla y León, que comercializa un 70 por ciento del ibérico en nuestro país, ha conseguido que el ministro de Agricultura haya suavizado la norma que regula estos productos agroalimentarios.

    De esta manera, Castilla y León podrá seguir comercializando sus productos chacineros bajo la etiqueta de ibérico, mientras que en su modificación inicial este distintivo sólo podía ser aplicado a los animales de raza ibérica 100 por cien.

    La mayoría del ibérico que comercializa la región es ibérico sólo en un 50 por ciento ya que los animales son cruzados con la raza Duroc.

    El proyecto final de norma de calidad de los productos ibéricos elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) reduce las denominaciones de venta a tres, en función de la alimentación y el manejo: "bellota", "cebo de campo" y "cebo", acompañados por la mención "100% ibérico" o "ibérico", según la pureza racial del animal. En caso de los animales cruzados deberá indicarse en la etiqueta, como una mención obligatoria y diferente de la denominación de venta, el porcentaje de raza ibérica. Tanto la denominación de venta como la mención del porcentaje de raza ibérica deben incorporarse al etiquetado en el mismo campo visual que la marca comercial.

    En relación con el etiquetado y para evitar la confusión en los consumidores, "no podrán utilizarse nombres, logotipos, marcas, imágenes, símbolos o menciones facultativas que puedan inducir a error con la denominación de venta", mientras que si podrán servirse de las siguientes menciones: "Pata negra", que queda reservada exclusivamente a la designación de bellota 100% ibérico, "Dehesa" o "montanera", que quedan reservadas exclusivamente a la designación "de bellota" y se prohíbe el empleo de los términos "recebo" e "ibérico puro".

    En este borrador se restringen las cargas ganaderas admitidas en las dehesas y se incrementan las superficies mínimas exigidas, por animal en los sistemas de cebo con objeto de facilitar el desarrollo de los animales, en las mejores condiciones de alimentación y bienestar.