"Valladolid debe ser el Baviera español de la cerveza artesanal"

Agustín Perdomo fue pionero en elaborar cerveza artesanal en Valladolid. Ahora, preside la primera asociación gremial de productores que hay en España con el objetivo de promocionar este producto gourmet y las buenas condiciones que ofrece la provincia castellanoleonesa para su elaboración, donde se comercializan ya las marcas Casasola, Las Llaves de San Pedro, La Loca Juana, Lüge, Milana, La Real del Duero y Vier.

¿Por qué surge la asociación?

Aquí empezamos a producir hace dos años y nos dimos cuenta de que teníamos unas ventajas tremendas a la hora de fermentar cerveza artesanal. Una, el agua, que es inmejorable porque la cerveza requiere un agua extremadamente dura, con mucha cal, por los puntos de cocción. Además, es una tierra cerealista cien por cien y eso permite la reactivación de las levaduras cerveceras porque están en su entorno. Eso permitió que surgieran productores y decidimos unificarnos para defender las buenas cualidades de nuestra provincia, conseguir más apoyo, más notoriedad con un objetivo: que Valladolid sea el Baviera español.

¿Qué beneficios puede aportar la asociación a sus integrantes?

La mayor parte de materias primas tenemos que traerlas de fuera, Inglaterra, Alemania, Bélgica... Por ejemplo, los barriles son especiales, de doble fermentación, desechables. Comprando juntos conseguimos descuentos por pedidos mínimos. Lo mismo con la compra de malta. Cuando vas fuera en nombre de una asociación, de un gremio, te miran de otra manera. Para la comercialización, promocionalmente es muy importante porque divulgamos y potenciamos esta agroindustria.

¿En una tierra con tan buen vino es un hándicap?

Todo lo contrario porque conceptos como maduración, doble fermentación, excelencia de los caldos, se conoce muy bien aquí y en el caso de nuestra cerveza se trata de eso. Nos ayuda mucho que la gente tenga cultura del vino.

¿Dónde se pueden beber las cervezas artesanas de Valladolid?

Cada uno se va expandiendo a su manera. Nosotros (Cervecera Casasola) estamos en diez comunidades y empezamos a exportar a Alemania. Las más nuevas empiezan a posicionarse. Nuestro mercado es la restauración y la tradición gastronómica de nuestra provincia nos ha ayudado bastante. Nuestras cervezas son productos gourmet, para maridar mucho.

¿Y que aceptación están teniendo en la meca de la cerveza?

Muy buena. Precisamente porque son los reyes de la cerveza, lo compran todo. No ha sido muy difícil.

¿Lo de la cerveza artesanal está siendo un verdadero 'boom'?

En España, hay alrededor de 60 productores, fundamentalmente en Cataluña, que fueron los primeros, y en el País Vasco. Ha sido en los últimos tres años cuando se ha empezado a expandir porque comenzó a haber demanda. De hecho, los grupos industriales ya lo detectaron y empezaron hace cinco o seis años a hacer pseudomarcas para asimilarlas a productos artesanales porque ellos saben las tendencias. La gente en España, aparte de verla como un refresco, sigue tomando la caña, pero ya va pidiendo otros tipos de cerveza. Somos siete productores y pronto vamos a ser ocho, por lo que proporcionalmente somos la provincia que más productores tiene.

Desde el punto de vista del paladar, ¿qué ofrece un producto como una cerveza artesana?

Lo primero, una alternativa diferente. Al que le gusta la cerveza está de enhorabuena. No quiero desmerecer la cañita, todas las cervezas son válidas. Las posibilidades que tiene la cerveza en cuanto a procesos de elaboración son mayores que las del vino (de doble fermentación, de larga maduración, cítricas, densas, de tueste oscuro?). En Europa central, en cualquier restaurante te ponen una carta de cervezas más voluminosa que una biblia. Aportamos además tipos de cervezas con las que puedes comer. Puedes hacer algo más que refrescarte en la barra del bar.

¿Y de precio, cómo andamos?

Es lógicamente más cara. Una cerveza artesanal se tarda en hacer dos meses, un botellín, cinco días. Eso lo encarece pero intentamos ser bastante competitivos. Suele salir unos 70-80 céntimos más cara que la industrial, un precio que no está nada mal porque en países como Italia puede costar 20 ó 25 euros.

¿Para cuando un festival de la cerveza artesanal?

Ya hemos hecho pinitos. El año pasado, uno de nuestros socios, La Milana, hizo una feria en Montemayor, a la que asistieron 2.000 personas. Tuvimos en Rio Shopinng para vender packs. Queremos hacer un pack conjunto. Para esta primavera tenemos pensado hacer una pequeña promoción y hacer una pequeña feria a la que invitaremos a artesanos de toda España y fuera de nuestra país. En junio, haremos una regata en el Pisuerga.

En su mayoría son jóvenes emprendedores. ¿Cómo es la aventura de montar una empresa?

Muy caro y muy difícil. Son tiempos complicados para todos. Todo cuesta muchísimo. Es verdad que tienes la ventaja de que sales con un producto emergente y de moda, pero no deja de ser un negocio que tiene unos costes altos. La financiación resulta muy complicada para todos. Hay ayudas agroalimentarias, pero en realidad no sé cuándo las cobraremos. Te empeñas hasta la cejas y poco a poco tiras para adelante.