Castilla y León

Berkeley culpa a Enusa de romper el acuerdo para extraer uranio



    El proyecto para explotar las minas de uranio de Salamanca entre la australiana Berkeley y Enusa es historia pasada. La multinacional culpa a la compañía española de incumplir el acuerdo formalizado en 2009 y advierte que estudia las "alternativas legales".

    En un comunicado a la Bolsa australiana, Berkeley explica que ambas empresas formalizaron en enero de 2009 un acuerdo aprobado por el Consejo de Ministros español para la constitución de una joint venture (Newco) que explotase las minas de uranio de Salamanca. La compañía relata que en febrero de 2011 remitió a Enusa un estudio elaborado junto con varias empresas internacionales especializadas de consultoría que confirmaba la viabilidad del proyecto.

    Sin embargo, el 23 de mayo Enusa comunicó sus objeciones al plan y rechazó crear la compañía participada por ambas, a lo que estaba ?obligada?. Berkeley, que hace unos días se mostró dispesta a solicitar un arbitraje que aclare las obligaciones de cada parte, ha dado un paso más y afirma que está recibiendo asesoramiento de las filiales en Madrid de dos importantes firmas jurídicas internacionales para conocer "las alternativas legales".

    Berkeley tiene la intención de reunirse en los próximos días con Enusa y con las autoridades españolas competentes para resolver el problema y asegura que por su parte ha cumplido con todas las obligaciones del acuerdo de colaboración. La empresa reafirma su decisión de completar el estudio de viabilidad del proyecto de uranio y de ponerlo en marcha lo antes posible, con todos los beneficios que del mismo se derivan para la economía española y local.

    Enusa no da por cerrada la posibilidad de explotar las minas aunque de acuerdo a un plan que garantice su viabilidad y rechaza la premura para crear la empresa que exige Berkeley.

    La empresa de la Sepi cerró las minas hace años al considerar que no eran viable. La situación tras el desastre nuclear japonés y el cerrojazo alemán a las centrales nucleares hacen que la rentabilidad sea aún más difícil en estos momento.