Castilla y León

Imatec, la pyme de una aldea leonesa que se diversifica para luchar contra el Covid

    Justino Luengos, CEO de Imatec, junto a su socio Javier Segura, y el responsable de Imagen Corporativa, Salvador García

    Rafael Daniel
    Valladolid,

    "La obligación de cualquier empresario es poner al servicio de la sociedad aquello que más necesita en cada momento", afirma Justino Luengos, que hace 18 años puso en marcha Imatec, una pequeña pyme leonesa especializada en la inyección de plástico para la automoción, el sector agroalimentario o la construcción. Por eso, este emprendedor no dudó ni un segundo en atender la llamada que, en los dramáticos comienzos de la pandemia, hizo la Junta de Castilla y León para dar respuestas al desabastecimiento de material sanitario.

    En apenas una semana, Imatec, con centro en la pequeña localidad leonesa de Otero de las Dueñas, de apenas 300 habitantes, fue capaz de ser la primera compañía de España en disponer de pantallas faciales homologadas -que ha patentado- no solo para abastecer en tiempo récord los saturados hospitales de Castilla y León sino para donar 30.000 unidades a la UME, Policía o ayuntamientos o para que la Fundación Telefónica de forma desinteresada aprovisionase también a centros sanitarios de otros puntos de España.

    La compañía de Luengos donó además un equipo de reconocimiento facial provisto con cámara térmica que donaron al 112 y que sirve para identificar a las personas con exceso de temperatura en los accesos de edificios.

    Fue solo el primer paso, porque pronto la "visión" del Ejecutivo regional por apostar por el empresario local les llevó a diseñar y fabricar mamparas de protección para taxis, un proyecto con la enorme complejidad de dar respuesta con una propuesta estandarizada a multitud de modelos distintos y lograr un plug and play que "fuese desmontable fácilmente para desinfectarlo".

    Imatec saltó pronto a la fabricación de mascarillas gracias a la obtención de licencia de la Agencia Española del Medicamento. "Hemos hecho un trabajo brutal de I+D, hemos automatizado las máquinas para que todas las mascarillas salgan empaquetadas individualmente en film biodegradable", explica Luengos, quien destaca la extraordinaria labor realizada en este campo por su socio Javier Segura.

    Las mascarillas de esta compañía son las que menos carga bacteriana tienen del mercado, un hito que ha sido posible gracias a la fabricación en sala blanca, en las que se mantiene siempre una presión positiva en el interior para evitar que entre aire del exterior no purificado previamente.

    Esta diversificación ha servido a la compañía para obtener la experiencia necesaria para la fabricación en condiciones de asepsia similar a un quirófano y llevar su actividad tradicional a una nueva línea de negocio para productos sanitarios de Clase 1 con la incorporación de máquinas de inyección de plástico y silicona en sala blanca.

    Consolidados en automoción

    Una nueva actividad que se mantendrá en paralelo a la de provisión de piezas de plástico para la automoción o el packaging agroalimentario, "donde estamos consolidados tras 18 años", afirma Luengos.

    Será de las pocas plantas de inyección de plásticos en sala blanca en España y la única de Castilla y León, y permitirá acabar con la "vergonzante situación" de desabastecimiento que sufrimos en la pandemia y la puesta a disposición de una "instalación estratégica" que dé confianza a los ciudadanos de que van a contar con mascarillas seguras "porque no hay ningún control de lo que viene de China".

    Luengos reconoce el "orgullo" de que su compañía haya sido capaz de estar en primera línea en un momento límite. Pero, sobre todo, plantea reflexiones a tener en cuenta. "Hay gente que cuando llega los momentos complicados se queda en su casa y otros que deciden jugársela. Hay que dar dignidad a un tejido productivo como el de nuestro país, que tiene un gran capital humano. Pero hay que darle la oportunidad y el trato que se merece frente a la competencia desleal".

    La I+D no solo está en el ADN de esta micropyme, sino que el desarrollo tecnológico está en sus mismos comienzos. Uno de sus últimos éxitos ha sido la compra en exclusividad por parte de una multinacional alemana de uno de los productos diseñados hace cuatro años: unos suplementos para acristalar las ventanas de PVC, totalmente respetuosos con el medio ambiente porque se prescinde del uso de siliconas.

    Nueva planta

    Un compromiso con la sostenibilidad que también practican de puertas para adentro porque todo el plástico que utilizan es reutilizados en su totalidad.

    La compañía cuenta con 10 empleados, pero serán el doble dentro de poco. Junto a la ampliación de instalaciones, Imatec ha comprado una parcela en el polígono de Onzonilla, junto a la capital leonesa, con una superficie de 5.000 metros cuadrados que será realidad en aproximadamente dos años. Aunque no hay todavía nada decidido, podría centralizar la actividad de inyección de plástico para automoción y la I+D, actividad para la que se está reforzando el equipo humano.