Presentaciones desafortunadas: la diapositiva de “muchas gracias”

Publicado por en Cambio personal, Ciencia y Management, Presentaciones desafortunadas.

Al igual que el comienzo, el final es uno de los momentos más delicados de cualquier conferencia. Por motivos desconocidos, con el advenimiento de las presentaciones con diapositivas se instaló una costumbre, hoy ya desfasada pero impertinentemente arraigada, que es la de colocar al final de una charla una diapositiva donde se lee “muchas gracias”. 

Cuesta averiguar para qué puede servir una diapositiva de ese tipo. Dado que normalmente el orador dice “muchas gracias” al final de su charla, resulta chocante que además ese mismo mensaje aparezca escrito, como si el público tuviera dificultades para comprender lo que el conferenciante ha querido decir con esas dos simples palabras.  

Puede alegarse que es una diapositiva que marca el final de la conferencia, pero en ese caso aparece el riesgo de que el orador, asegurada la forma de finalizar su charla, descuide la preparación de uno de los momentos más importantes de cualquier conferencia, que es precisamente el final.  

Desde tiempos remotos sabemos que todas las narraciones tienen un comienzo, un nudo y un desenlace. Y ese desenlace, el final del discurso, ha de ser elaborado y ha de tener identidad propia. Bien porque establece una serie de conclusiones, bien porque resume y potencia el mensaje central, bien porque cierra el círculo enlazando con la introducción, y así sucesivamente.  

Descuidar todas esas fórmulas y colocar simplemente al final de una presentación una diapositiva de “muchas gracias” por todo final, equivale a truncar el mensaje bruscamente, desaprovechando además una valiosa oportunidad para generar la memorabilidad que normalmente genera un final rotundo.   

En una conferencia, como en el cine, el final debe ser memorable. 

Deja un comentario

  • Nombre (obligatorio)
  • (no será publicado) Email (obligatorio, no será publicado)
  • Website

Escribe tu comentario aquí...

XHTML: Puedes usar estos tags: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

De conformidad con la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, le informamos de que sus datos serán incorporados a un fichero propiedad de EDITORIAL ECOPRENSA, S.A. (en adelante, El Economista) con la finalidad de gestionar su utilización de los blogs. Usted puede ejercitar sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición dirigiéndose por escrito a El Economista. C/ Condesa de Venadito, 1- 3º 28027 Madrid. elEconomista podrá limitar, total o parcialmente, el acceso a sus servicios a determinados Usuarios, así como cancelar, suspender, bloquear o eliminar determinado tipo de contenidos si tuviese conocimiento efectivo de que la actividad o información almacenada y/o difundida es ilícita o de que lesiona bienes o derechos de un tercero. No obstante, elEconomista no tiene obligación de controlar la utilización que los Usuarios hacen de los servicios y, por consiguiente, no garantiza que los Usuarios hagan un uso diligente y/o prudente de los mismos. Tampoco tiene la obligación de verificar y no verifica la identidad de los Usuarios, ni la veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de los datos que los Usuarios proporcionan sobre sí mismos. elEconomista excluye cualquier responsabilidad por los daños y perjuicios de toda naturaleza que pudieran deberse a la utilización de los servicios y de los contenidos por parte de los usuarios o que puedan deberse a la ilicitud, carácter lesivo, falta de veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de la información que los usuarios proporcionan a otros usuarios acerca de sí mismos y, en particular, por los daños y perjuicios de toda naturaleza que puedan deberse a la suplantación de la personalidad de un tercero efectuada por un usuario en cualquier clase de comunicación realizada a través del portal.