Cualidades que suman (3/5): no plantear problemas irresolubles.

Publicado por en Cambio personal, Ciencia y Management, Cualidades.

Es muy evidente que, en un mundo ideal, todo podría ser mejor. Los clientes podrían tener más propensión al consumo, los departamentos podrían tener mayor presupuesto, podría haber profesionales más cualificados en ellos, se podría disponer de mayor tecnología, y así sucesivamente. Sin embargo, como lo real dista mucho de lo ideal, una de las características de los buenos profesionales, que sin duda las organizaciones valoran, es la capacidad de vivir en lo escaso, en lo incierto y en lo provisional.

El trabajo diario dista mucho de las condiciones perfectas, en muchos sentidos. Entre otras cosas porque lo que nuestra mente modeliza son ideas, abstracciones que en la teoría funcionan espléndidamente pero que, más veces que menos, se estrellan contra la cruda realidad. En ese contexto, hay colaboradores que tienen la tendencia a culpar a la organización de las circunstancias, exigiendo un entorno perfecto para trabajar. Afortunadamente, en el lado contrario están los que cuando plantean un problema también formulan una solución.

Son personas que son capaces de observar la realidad tal cual es y hacer su trabajo lo mejor posible en esas circunstancias. Estos profesionales no plantean problemas irresolubles, que son aquellos que caen fuera de lo que es posible acometer de manera realista, sino que, primero, tienden a operar dentro de las posibilidades reales de la empresa y, segundo cuando plantean un problema también plantean opciones y posibilidades para resolverlo.

Plantear a una organización un problema irresoluble es generar un conflicto inmanejable, que seguro brotará de la suma de las frustraciones generadas en quien quiere verlo resuelto y quien no puede resolverlo. Por eso es muy importante distinguir, por una parte y por otra, aquellas expresiones que responden a problemas reales, mensurables y resolubles, de aquellas que simplemente implican un desahogo por parte de quien las formula. Obviamente no pasa nada por desahogarse, todo lo contrario, en muchas ocasiones es altamente positivo. Pero confundir una expresión de liberación emocional con un problema real es altamente desaconsejable.

El éxito también está en escoger los problemas.

Deja un comentario

  • Nombre (obligatorio)
  • (no será publicado) Email (obligatorio, no será publicado)
  • Website

Escribe tu comentario aquí...

XHTML: Puedes usar estos tags: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

De conformidad con la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, le informamos de que sus datos serán incorporados a un fichero propiedad de EDITORIAL ECOPRENSA, S.A. (en adelante, El Economista) con la finalidad de gestionar su utilización de los blogs. Usted puede ejercitar sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición dirigiéndose por escrito a El Economista. C/ Condesa de Venadito, 1- 3º 28027 Madrid. elEconomista podrá limitar, total o parcialmente, el acceso a sus servicios a determinados Usuarios, así como cancelar, suspender, bloquear o eliminar determinado tipo de contenidos si tuviese conocimiento efectivo de que la actividad o información almacenada y/o difundida es ilícita o de que lesiona bienes o derechos de un tercero. No obstante, elEconomista no tiene obligación de controlar la utilización que los Usuarios hacen de los servicios y, por consiguiente, no garantiza que los Usuarios hagan un uso diligente y/o prudente de los mismos. Tampoco tiene la obligación de verificar y no verifica la identidad de los Usuarios, ni la veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de los datos que los Usuarios proporcionan sobre sí mismos. elEconomista excluye cualquier responsabilidad por los daños y perjuicios de toda naturaleza que pudieran deberse a la utilización de los servicios y de los contenidos por parte de los usuarios o que puedan deberse a la ilicitud, carácter lesivo, falta de veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de la información que los usuarios proporcionan a otros usuarios acerca de sí mismos y, en particular, por los daños y perjuicios de toda naturaleza que puedan deberse a la suplantación de la personalidad de un tercero efectuada por un usuario en cualquier clase de comunicación realizada a través del portal.