La relación entre felicidad y éxito es una de las complejas cuestiones que la investigación está comenzando a esclarecer. A primera vista, daría la impresión de que cuando las personas tienen éxito, se sienten más felices. Y por tanto, en muchos casos, esperamos a que los acontecimientos se pongan de nuestra parte o a que las cosas nos salgan bien para sentirnos felices. Sin embargo, puede que el enfoque correcto sea justo el contrario.
La felicidad está relacionada con el éxito en numerosas parcelas de la vida. Vemos a esas personas que han triunfado en la vida, y no nos extraña nada que parezcan y sean felices. Por tanto, todos esperamos tener éxito en esas facetas de la vida, puesto que suponemos que ello nos dará la felicidad.
Sin embargo, uno de los estudios más recientes y extensos que hasta la fecha se ha realizado parece concluir que la relación es justo la contraria: es la felicidad la que causa el éxito, y no al revés. En concreto, lo que los investigadores proponen es que las personas más felices muestran conductas que provocan el éxito, tales como una percepción positiva de si mismos y de los otros, sociabilidad, cooperación, conducta prosocial, bienestar físico, solución de problemas o creatividad. En línea con esta idea, numerosos estudios han mostrado ya que la felicidad precede al éxito en el trabajo, las relaciones y la salud.
No se trata de tener éxito para ser felices, sino de ser felices para tener éxito.