Perspectiva milenaria

Publicado por en Cambio personal, Ciencia y Management, Resiliencia.

Alguna sustancia impermeable debe haber en la mente colectiva o individual del género humano, o en ambas, porque con frecuencia da la sensación de que, por mucho que llueva, el tejido de nuestros pensamientos no se empapa. El simple y llano mensaje de que hay que ver las cosas con perspectiva, de que la vida es el único color que es claro y oscuro a la vez, y de que ni debemos olvidar el llanto cuando reímos ni la risa cuando lloramos, lleva al menos vigente desde que Boecio fuera acusado, encarcelado y torturado. Entre otras muchas cosas escribió que es necesario sobrellevar con el mismo ánimo todas las cosas que nos pasen, buenas o malas. Porque sabía, quizá mejor que nadie, que todo puede pasar en cualquier momento.

Sería bueno que nos diéramos cuenta de que si estas reflexiones fueron escritas hace casi mil quinientos años la única perspectiva posible desde la que observar la vida es que el cambio es inmutable. Y no es un oxímoron. El pobre Boecio no pudo experimentar otra vez el curso ascendente de los acontecimientos porque no sobrevivió a las injusticias que le rodearon, pero nos dejó un memorable legado que, paradójicamente, le hizo inmortal.

Hay que estar en guardia: en la fortuna y en la adversidad.

2 comentarios a “Perspectiva milenaria”

  1. Organizado

    Estoy completamente de acuerdo con la filosofía que Boecio intentó transmitir a sus lectores. No hay más que echar un vistazo a los informativos cada día para darse cuenta de que el mundo es un lugar muy peligroso, extremedamente peligroso diría yo. Parece que la vida de las personas se puede definir como lapsos de tiempo intrascendentes entre varias desgracias.

    Por tanto, si las desgracias nos van a llegar sí o sí, es mejor no volverse loco con las buenas noticias ni amargarse con las malas. Es mejor mantener una ecuanimidad que nos permita mantener una “razonable felicidad” en este valle de lágrimas en el que nos ha tocado vivir.

    Reply

Deja un comentario a angelexshop

  • Nombre (obligatorio)
  • (no será publicado) Email (obligatorio, no será publicado)
  • Website

Escribe tu comentario aquí...

XHTML: Puedes usar estos tags: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

De conformidad con la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, le informamos de que sus datos serán incorporados a un fichero propiedad de EDITORIAL ECOPRENSA, S.A. (en adelante, El Economista) con la finalidad de gestionar su utilización de los blogs. Usted puede ejercitar sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición dirigiéndose por escrito a El Economista. C/ Condesa de Venadito, 1- 3º 28027 Madrid. elEconomista podrá limitar, total o parcialmente, el acceso a sus servicios a determinados Usuarios, así como cancelar, suspender, bloquear o eliminar determinado tipo de contenidos si tuviese conocimiento efectivo de que la actividad o información almacenada y/o difundida es ilícita o de que lesiona bienes o derechos de un tercero. No obstante, elEconomista no tiene obligación de controlar la utilización que los Usuarios hacen de los servicios y, por consiguiente, no garantiza que los Usuarios hagan un uso diligente y/o prudente de los mismos. Tampoco tiene la obligación de verificar y no verifica la identidad de los Usuarios, ni la veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de los datos que los Usuarios proporcionan sobre sí mismos. elEconomista excluye cualquier responsabilidad por los daños y perjuicios de toda naturaleza que pudieran deberse a la utilización de los servicios y de los contenidos por parte de los usuarios o que puedan deberse a la ilicitud, carácter lesivo, falta de veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de la información que los usuarios proporcionan a otros usuarios acerca de sí mismos y, en particular, por los daños y perjuicios de toda naturaleza que puedan deberse a la suplantación de la personalidad de un tercero efectuada por un usuario en cualquier clase de comunicación realizada a través del portal.