¿Guerra de divisas?

El Banco Central de Suiza decidió ayer dejar flotar libremente el franco suizo, que había ligado en 2011 a la cotización del euro para evitar su apreciación. Su gobernador señaló que no tenía sentido mantener ligada la paridad de ambas monedas, en referencia indirecta a la inyección masiva de euros que podría anunciar el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, la próxima semana. Si el BCE inunda Europa de dinero barato puede convertir a los 19 integrantes de la moneda única en una especia de tigres asiático, con un euro tirado de precio (este viernos volvió al precio de nacimiento con el dólar), que impulsarán sus exportaciones. Una medida que abrirá una guerra de divisas sin precedentes y que puede provocar un movimiento de tipos a la baja. La presión del euro a la baja a hecho insoportable la factura de mantener artificialmente la paridad para los suizos. La supresión del corsé supondrá encarecer alrededor del 30 por ciento de golpe su nivel de vida y frenará, por tanto, sus exportaciones y su crecimiento. Suiza probablemente aguante sin problemas, pero veremos qué pasa en otros países, que probablemente se vean forzados a bajar tipos y a inyectar también dinero para competir con Europa.

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