El coste del respaldo de Obama

Obama elogió esta semana la buena marcha de la economía española. A su llegada al G-20, cogió a Rajoy del brazo y le susurrró su respaldo  a las reformas emprendidas que nos han colocado ya en la senda de la recuperación, según el Gobierno. Pero unos días después conocemos que Rajoy está dispuesto a dar su apoyo a Obama sin contemplaciones en su ofensiva contra Siria. Lo que probablemente se traduzca en la autorización para usar las bases españolas. Parece obvio que lo de Obama fue más bien un cortejo en busca del apoyo español, que un convencimiento sobre nuestra economía. El Gobierno tiene ahora un problema: prometió actuar dentro de la legalidad y esperar a conocer las inspecciones de la ONU. Sería bueno no dar pasos en falso, como hizo Aznar, de los que haya que arrepentirse.

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