La guerra sucia por controlar Pescanova

La crisis de Pescanova me deja sorprendido cada día. Según leo en elEconomista de hoy, Deloitte ha duplicado la estimación del agujero patrimonial de Pescanova desde 927 a 1.600 millones. Se trata del último escándalo conocido sobre la empresa, porque hace unos días otra auditora, KPMG, elevó a 3.600 millones las deudas, frente a los alrededor de 1.500 millones estimados inicialmente. También es conocido que el juez pide 1.200 millones a los antiguos miembros del consejo de administración para hacer frente a estos ‘agujeros’ , o más bien deberían llamarse cráter. De ellos, casi 180 millones, a su ex presidente, Manuel Fernández Sousa. Lo sorprendente es que después de ser inhabilitado para ejercer el cargo, Sousa aún pelea por recuperar el control de la compañía en la junta del próximo jueves y parece que está logrando el apoyo de algunos accionistas, sobre todo del grupo de minoritarios que capitanea Cremades. ¿Alguien en su sano juicio puede seguir dando su apoyo a Sousa después de este desfalco? Sólo me puedo explicar este posible respaldo si los cohechos siguen en marcha para captar adeptos o si se tiene algo que ocultar. Como se ve, la presuntas corruptelas, no sólo campan a sus anchan en la administración.

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