Banca y finanzas

Citigroup escinde su imperio y Bank of America consigue una nueva inyección



    Nueva York, 16 ene (EFE).- Citigroup confirmó hoy su escisión tras atravesar el peor año de su historia y Bank of America recibió una nueva inyección de fondos públicos, el mismo día en que ambas entidades, las que más preocupación suscitan en este momento, presentaron unos resultados muy poco alentadores.

    Con sus datos, los dos bancos dejaron claro que 2008 no ha sido su año: CITIGROUP (C.NY) el otrora primer banco de Estados Unidos, perdió 18.700 millones de dólares, mientras que Bank of America ganó un 73 por ciento menos que en 2007.

    El peor trago fue en los tres últimos meses del año, cuando Citigroup perdió 8.294 millones y Bank of America 1.790 millones.

    Ante este panorama, y bajo la presión de las autoridades, Citi ha optado por desmantelar su imperio gestado durante la última década y repartir fuerzas y riesgos entre dos entidades diferenciadas.

    Citicorp integrará la banca privada, de inversión y de consumo, así como las tarjetas de crédito, mientras que Citi Holdings agrupará el resto de los negocios no estratégicos y que más problemas están dando a la entidad.

    La nueva estructura permitirá al que fuera el mayor banco del mundo librarse del lastre de los activos "tóxicos", los que se acumularon durante la burbuja inmobiliaria y que ahora se han vuelto irrecuperables.

    Esos activos son en su mayoría instrumentos financieros respaldados por hipotecas de alto riesgo que han dañado las cuentas de los bancos, pues han tenido que amortizar esas cantidades en sus balances y aumentar sus reservas en previsión de nuevos impagos.

    "Esta es una separación de gestión y la vía para sacar el máximo provecho de cada área", explicó hoy el consejero delegado de Citi, Vikram Pandit, durante una conferencia con analistas en la que detalló que la operación se tratará de hacer lo más rápido posible, pese a su complejidad.

    De momento, Bank of America, que durante la crisis ha tomado el relevo de Citi como el primer banco estadounidense por activos, busca estrategias para tratar de evitar drásticas medidas como las de sus competidores, a la vista de que sus resultados financieros no son tan malos.

    Además de recortar su dividendo a un centavo por acción, Bank of America tratará de tomar medidas que le permitan mantener sus dimensiones, para lo que contará con una nueva inyección pública de 20.000 millones de dólares, que se suman a los 25.000 ya recibidos.

    No en vano, el Gobierno de Washington respaldó a la entidad en la compra de Merrill Lynch cuando el pasado septiembre el reino de los bancos de inversión fue arrasado por la crisis y Lehman Brothers abandonado a su suerte.

    Merrill perdió en el cuarto trimestre, según datos preliminares, 15.310 millones de dólares, una cifra que, de haberse incluido, habrían terminado de arruinar los resultados publicados por Bank of America.

    La inyección de capital anunciada ahora por la Reserva Federal se hará con cargo al plan de rescate aprobado en octubre por el Gobierno estadounidense y es similar a la que ya tuvo Citigroup a finales de 2008 y que aún así no ha impedido su escisión.

    El Gobierno también se ha comprometido a garantizar hasta con 118.000 millones de dólares las pérdidas en las que incurra el mayor banco de EE.UU. por la compra de Merrill, en la que invirtió cerca de 50.000 millones.

    Citigroup también contó en su día con un respaldo similar pero que permitía una cobertura de hasta 306.000 millones de dólares.

    "La economía y los mercados crediticios se dieron literalmente contra una pared en septiembre y así quedaron hasta finales de diciembre, provocando el mayor impacto que he visto en mis casi 40 años en la banca," aseguró el responsable ejecutivo de Bank of America, Ken Lewis, durante una conferencia con analistas.

    Según el propio Lewis, "nadie que opere en los mercados crediticios minoristas y de capitales ha sido inmune" a esa escasez de crédito, y aunque el banco consiguió cerrar en positivo 2008, registró pérdidas de 10.000 millones de dólares en el mercado de capitales y hasta 27.000 millones en créditos.

    "La economía está sufriendo una grave recesión, con caídas de precios en la vivienda, aumento del desempleo y nuevas quiebras que hacen que sea difícil predecir el momento de una recuperación", advirtió el directivo, quien sin embargo apuntó que "en el segundo semestre de 2009 podrían darse los primeros síntomas de reactivación".