Olivas aceptó la fusión Bancaja-Caja Madrid por insistencia del Banco de España
Tras la negativa, ha relatado Olivas, el entonces gobernador del organismo, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, le "insistió" a los pocos días para que participara en el proyecto alegando "razones de tipo macroeconómico" sobre la conveniencia de integrarse para "tener mayores sinergias", argumentos que acabó por aceptar ya que procedían de "una autoridad".
"Le dije que si no había otro remedio, que sí", ha dicho ante la sección cuarta de la sala de lo Penal, a la que ha asegurado que él personalmente "no lo veía" porque Bancaja "era solvente" y porque, además, "la integración de siete cajas distintas, con auditores distintos, con sistemas informáticos distintos" acarreaba una "complejidad importante".
Sin embargo, "no hay que perder de vista que las cajas son entidades supervisadas por el Banco de España", ha señalado a la hora de justificar su decisión final de embarcarse en la operación.
El foco de la sesión se ha situado en la vuelta de la fiscal Carmen Launa después de más de un mes de baja médica, coincidiendo con el interrogatorio a Olivas, para el que solicita cuatro años de prisión por posible estafa a inversores en la salida a bolsa.
Un delito al que no descarta añadir el de falsedad contable, como señaló la misma representante del Ministerio Público, por los deterioros en Banco de Valencia, participada por Bancaja y eje de algunas de las cuestiones formuladas al exvicepresidente.
Al respecto, Olivas ha insistido en que la sociedad, cuyas cuentas "eran públicas" al ser un valor cotizado, no formaba parte del proceso de integración y que departía sobre su situación con el entonces presidente del grupo, Rodrigo Rato, "de cuando en cuando" pero sin entrar en detalles.
El expresidente de la Comunidad Valenciana también se ha referido a la puesta en marcha de BFA-Bankia y a su designación como vicepresidente con poderes ejecutivos, la cual estableció como exigencia por "cuestión de imagen".
En este sentido, ha defendido la gestión de los administradores ya que, a pesar de que a comienzos de 2010 las perspectivas sobre la economía eran buenas y el Gobierno "hablaba incluso de brotes verdes", la entidad decidió realizar saneamientos por importe de 9.200 millones, por encima de lo requerido por el Banco de España.
No obstante, no ha ilustrado al tribunal con las razones de este incremento, si bien ha afirmado que fueron "secundarias" y que "lo importante es que los saneamientos superaron lo previsto".
"No es que cubriéramos lo que nos pedía (el regulador) es que saltamos por encima", ha puntualizado Olivas.
La Fiscalía continuará mañana el interrogatorio a Olivas, que ya ha anunciado que sólo responderá a la Abogacía del Estado en representación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), y a su propia defensa.