Banca y finanzas
Cuatro motivos por los que no se debe rescatar a los bancos como hasta ahora
Jon Nicolaisen es uno de los economistas más prestigiosos de Noruega. Además, ocupa el puesto de subgobernador del Banco Central de su país. Nicolaisen cree que rescatar a los bancos es un gran error, se obliga a asumir riesgos a terceros. Rescatar un banco es poner en juego el dinero de los contribuyentes, pero cuando el banco consigue beneficios estos no se reparten entre los ciudadanos.
En un informe realizado por Nicolaisen y publicado por el Banco de Pagos Internacionales, este economista sentencia que "los bancos no deberían ser rescatados por los gobiernos, sólo se deben rescatar sus funciones para evitar que la actividad económica se vea afectada. Únicamente hay que rescatar a los pequeños depositantes, esto es lo más beneficioso y correcto. Los acreedores son los que deben soportar las pérdidas".
Razones para no rescatar
- Que un Gobierno tenga que asumir la insolvencia de un banco viola todos los principios económicos: es fundamental no rescatar las actividades improductivas. No se deben rescatar empresas que estén quebradas o en bancarrota. Sin embargo, habría que permitir que empresas con beneficios se hagan cargo de las empresas en quiebra si así lo desean.
- Rescatar a los bancos insolventes erosiona la estabilidad del sistema financiero. Cuando las autoridades rescatan a los bancos se transfieren sus pérdidas a los demás, pero cuando las entidades cosechan beneficios sólo se reparten entre los accionistas.
- Cuando los gobiernos asumen una parte importante de riesgo en los bancos insolventes surge el conocido como 'riesgo moral': se extiende la percepción de que el Estado es una red que salva a los bancos insolventes lo que afecta a la toma de decisiones de las entidades financieras, que pueden incurrir en mayores riesgos porque saben que si el negocio sale mal serán rescatados por el sector público.
- Rescatar bancos incrementa el riesgo de inestabilidad financiera en el largo plazo, todos los contribuyentes asumen un riesgo de forma involuntaria. El tiempo será el que determine que el contribuyente recupera su dinero o si se transforma en pérdidas reales.
Aunque Nicolaises cree que "lo más deseable sería no rescatar a los bancos" por todo lo explicado en los párrafos anteriores. Pero cree que el Estado si debe intervenir de cierta manera para evitar que los depositantes más vulnerables se vean afectados por la quiebra.
El subgobernador del Banco de Noruega cree que el nuevo sistema bail-in que se ha comenzado a usar en la eurozona es positivo y más justo. Los acreedores del bancos (accionistas, bonistas, etc.) no deben ser rescatados, deben asumir las pérdidas del banco. Mientras que los pequeños depositantes deberían ser rescatados.