Banca y finanzas

El sector bancario necesita una mejora del 'rating' de España para subir su nota



    Santander y BBVA chocan contra el 'techo' de la calificación que tiene el Tesoro.

    Las agencias de calificación creen que la economía española será una de las que tenga un crecimiento más vigoroso en 2015. Un avance del PIB que oscilará entre el 2 y el 3 por ciento y que podría permitir los primeros avances del rating del Reino de España en casi un año. Esta mejora sería muy importante para las dos grandes entidades españolas, Santander y BBVA, ya que están en el techo oficial de rating (también lo está CaixaBank, pero su situación es diferente).

    La calificación de la deuda de las compañías de un país no suele superar la nota de la deuda pública, y si lo hace, es solo en un escalón, dos como máximo. Esta postura tiene sentido ya que, ante una situación de estrés en un país con su deuda soberana, el impacto sobre el tejido empresarial es tan profundo que acaba determinando su propia solvencia. Esto significa que, aunque la situación financiera de las entidades españolas pudiera generar un rating superior, el Reino de España actúa como un techo que no pueden superar. El caso de la calificación del Santander para Moody's es un caso particular, ya que está un peldaño por encima de la del Reino de España: en Baa1.

    Las tres grandes agencias tienen su perspectiva en "estable" la deuda de Santander y también la de BBVA, con la excepción de Moody's que tiene su outlook en positivo. En 2014, cuando subieron el rating del Reino de España, tardaron pocas semanas en hacer lo mismo con las dos entidades, por lo que podría ocurrir lo mismo en 2015.

    Un tercio en 'negativo'

    Una mejora de la calificación de la deuda soberana podría generar un impulso positivo sobre las demás entidades, ya que una parte de su rating se construye teniendo en cuenta la situación del Estado. Sin embargo, desde Standard & Poor's advierten que hay algunas entidades que podrían perder algún escalón con la nueva regulación que se aplicará a los rescates con dinero público. El objetivo de los reguladores europeos es limitar el coste para los contribuyentes de futuras quiebras en el sistema financiero. Para empezar, será necesario que la entidad absorba pérdidas por un total de un 8 por ciento de sus activos antes de recibir un solo euro de dinero público. Esto significa que el apoyo de los Estados se vuelve más difuso o, cuanto menos, genera mayor incertidumbre, ya que, ante un impago, los inversores particulares serían los primeros en cargar con una parte de las pérdidas acumuladas. En España, esta normativa será aprobada a finales de 2015 o, a más tardar, a inicios de 2016 y podría tener un impacto negativo en los ratings de los bancos a partir de esa fecha.

    Por este motivo, Standard & Poor's tiene un tercio de las calificaciones crediticias de los bancos españoles en perspectiva "negativa". Este menor apoyo, o apoyo más incierto, del sector público de cara al futuro podría eliminar este extra "que tienen las entidades españolas por encima de su rating intrínseco", explica Jesús Martínez, responsable de Instituciones Financieras para el Sur de Europa de la agencia. Las entidades españolas podrían sufrir deterioros de su calificación crediticia en el futuro, advierte S&P. Fitch, por su parte, tiene la perspectiva de rating del sector financiero en "negativa". Esto, pese a que las tres agencias reconocen los pasos decisivos de las entidades españolas para elevar su solvencia y sus ratios de capital.

    Todos los bancos españoles tienen un escalón de rating por encima de su calificación intrínseca gracias al apoyo del Estado, que es precisamente el nivel que podrían perder. Sin embargo, en el caso del Popular, la situación es más complicada, ya que tiene dos peldaños extra gracias al apoyo estatal. Esto significa que su calificación podría caer desde B+ hasta B-.

    'Alerta' en CaixaBank

    Moody's alertó el jueves sobre un posible recorte del rating de CaixaBank y Standard & Poor's repitió la jugada el viernes. La entidad tiene su calificación a solo un escalón del bono basura para Moody's, por lo que un recorte podría llevar a la entidad a ser de alta rentabilidad. Este cambio sería muy significativo, ya que muchos fondos de inversión compran activos solo si son grado de inversión, por lo que este dinero podría salir de su deuda. Tal es la importancia de este evento en el mercado de deuda que tienen un nombre específico: ángeles caídos.

    Las dos agencias pusieron la alerta negativa sobre su deuda después de que la entidad anunciara una opa sobre el banco portugués BPI el martes. La operación, que podría ascender a 1.082 millones, "tendría un impacto negativo en su solvencia", indicó Moody's.