BBVA reducirá su participación en el chino Citic tras romper su alianza
Era un run run en el mercado, pero hasta ayer BBVA no desveló su intención de reducir su participación en el chino Citic. El anuncio se produce un año después de que vendiera un 5,1% del capital con el reconocimiento de unas pérdidas de 2.300 millones y con la ruptura de la alianza entre ambos grupos para explorar negocios conjuntos en el país asiático.
El consejero delegado de la entidad española, Ángel Cano, reiteró que BBVA seguirá en China, pero apuntó por primera vez que no será con "la inversión financiera con la que estamos ahora". En la actualidad posee el 9,9% de Citic.
Cano, que participó en unas jornadas organizadas por Iese, no desveló en qué momento se realizará la desinversión y en qué porcentaje, al tiempo que recordó que la posición en Citic dejó de ser estratégica a finales del año pasado, al comprobar el elevado coste de capital que suponía por las nuevas reglas de solvencia y tener claro que no iban a poder controlar la entidad asiática en el corto plazo, en contra de lo que había previsto en 2007 cuando iniciaron su desembarco en el país con un desembolso inicial de 1.000 millones.
Desde entonces, BBVA ha sellado distintos acuerdos exclusivos para financiar automóviles, para la transacciones comerciales y para otras actividades de banca mayorista y de inversión.
Apunta a Turquía
La apuesta de la entidad española ha virado hacia Turquía tras el fracaso del mercado en el que controlará el próximo ejercicio el 40% de Garanti, con un aumento de su posición en un 15%. Para ello, desembolsará unos 2.000 millones, que suman a los 4.400 millones invertidos en 2010 para la adquisición de un 25% en este banco. Pero, como en el caso del chino Citic, BBVA ha tenido que reconocer una pérdidas por toda la inversión de 1.500 millones de euros, por el deterioro de la valoración de Garanti como consecuencia de la depreciación de la lira. Estas minusvalías y el reforzamiento de su apuesta por Turquía obligaron al grupo que preside Francisco González a ampliar capital en 2.000 millones recientemente.
Cano defendió este giro estratégico al considerar que el país del Medio Oriente cuenta con un gran potencial de crecimiento y una estabilidad tanto política como financiera.
Algunos analistas, en las últimas semanas, han advertido de los riesgos que supone un aumento de la exposición a este país de cultura islámica, sobre todo, porque a mediados de 2015 se celebran elecciones presidenciales y no está claro quién accederá al poder.
El esfuerzo efectuado en Turquía lo podrá compensar con la venta de una buena parte de la participación que ostenta aún en China. Con ella elevaría aún más sus ratios de solvencia, pero también ayudaría a mejorar la cuenta de resultados del grupo español con la obtención de plusvalías.