Banca y finanzas

La gran banca comienza a cosechar mejoras en el margen de negocio

  • El beneficio neto se dispara un 60%, hasta los 6.000 millones
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"Ha tocado fondo". "Se advierte una inflexión". O, simplemente, "mejora". Son, con distintas palabras, el mensaje casi unívoco pronunciado estos días por los primeros ejecutivos de los grandes bancos en alusión a una incipiente mejora en la estrangulada línea de ingresos que invita a pensar que el resultado irá "de menos a más".

Está cuajado de atípicos y el desafío es recuperar la rentabilidad perdida vía ingresos recurrentes, algo hacia lo que, por vez primera en trimestres, parecen apuntar las cuentas. Las cifras del Santander, Bankinter, BBVA y Banco Popular revelan que el margen de intereses se recupera con avances de entre el 1,05% y el 17,49% frente a marzo. Se trata del mejor termómetro para medir el negocio típico bancario, ya que recoge si renta o no la actividad pura de retribuir al cliente por unos ahorros cuyo destino es proporcionar crédito.

Se perdía dinero

La crisis estranguló este resultado hasta situaciones tan insoportables para el sector y amenazantes para la preciada solvencia que el Banco de España tuvo que salir al paso prohibiendo los extratipos bancarios. No pocas entidades ofertaban el 4% para robarse depósitos ante la imposibilidad de fondear recursos en los mercados de capitales, cuando más de la mitad de la cartera crediticia rentaba el 2,5 o 3% al ser hipotecaria. Luego, perdían dinero en el juego.

El fin de la guerra del pasivo y la repreciación de algunas carteras de préstamo inyectan un ligero soplo de oxígeno al resultado puro bancario. Gracias a esta evolución, el margen de clientes -lo que renta de media dar crédito y retribuir el ahorro - repunta en Santander del 2,37 al 2,54% entre marzo y junio; del 2,24 al 2,41 en Popular y del 0,75 al 0,93 en Bankinter. En cambio, en CaixaBank se estrecha desde el 1,66 al 1,62% coincidiendo con la integración de Banca Cívica y Banco de Valencia: y en el Sabadell desciende desde el 2,28%, al 2,05%, influidas aún por la CAM y la incorporación de la antigua Penedés.

En BBVA se redujo en 8 puntos básicos por la retirada de las claúsulas suelo en cumplimiento del fallo del Tribunal Supremo. Destapar dichas hipotecas son 93 millones menos de ingresos en el trimestre, que esconden la repreciación del margen lograda sin dicho efecto.

Es un quiebro a mejor pero el resultado financiero cae aún un 7,71% en cifras interanuales -lo hacía al 11% hasta marzo-. No despegará con firmeza hasta que el crédito vuelva a reactivarse, algo que los banqueros ven poco factible hasta entrado 2014 porque depende de la recuperación económica. Hoy, el saldo financiado se derrumba a ritmos del 7%. Y la relación es directa: a menor crédito menos intereses a recaudar.

Los banqueros confían parte del empuje en la recuperación paulatina de los tipos de interés en la cartera de nueva producción. Pero aunque los nuevos préstamos garantizan recaudaciones superiores (aplican diferenciales sobre el euribor superiores al 2 o 3% frente al 0,5% precrisis), esta rúbrica depende de volumen.

Comisiones

La segunda fuente de ingresos recurrente son las comisiones. También se aprecia una ralentización en su desplome en Santander y Popular y aumenta en el resto, si bien se encuentra beneficiada por la ampliación de perímetro en CaixaBank, Sabadell e, incluso, BBVA, por la absorción de Unnim.

Las entidades han acumulado hucha con las plusvalías por enajenaciones para reforzar el balance y adelantar el saneamiento de operaciones refinanciadas de acuerdo a las nuevas instrucciones del Banco de España. Sólo BBVA cosechó y utilizó 1.700 millones en ganancias por venta de las pensiones en México y en una cartera de seguros en España y se reserva otros 1.000 millones para acabar el año. CaixaBank monetizó un importe similar por el efecto contable de la absorción de Banco de Valencia.

El esfuerzo de saneamiento aún afea las cuentas en España aunque los números rojos quedaron aparcados en 2012 -más de 60.000 millones en pérdidas en el conjunto del sector, incluidas las antiguas cajas nacionalizadas-. Vuelcan esfuerzos en contener los costes con los procesos de integraciones de entidades adquiridas y ajustes en las redes propias.