Banca y finanzas

Linde cree que depende de las entidades decidir sobre el deterioro de activos



    Madrid, 9 jul (EFE).- El gobernador del Banco de España, Luis Maria Linde, se ha mostrado hoy partidario de que sean las propias entidades financieras las que decidan en qué momento un determinado activo puede considerarse "deteriorado" y reflejarlo adecuadamente en su balance.

    Durante su intervención en el cuarto encuentro sobre la reforma del sistema financiero organizado por KPMG y el diario Expansión, LINDE (LIN.XE)ha recordado que los organismos reguladores han alcanzado un acuerdo sobre el deterioro de los activos financieros y las provisiones por riesgo de crédito, en la que se contemplan dos posibilidades.

    En uno de ellos, del que es partidario el Banco de España, es la propia entidad la que decide cuándo computar un activo como deteriorado; en el segundo, se adelanta el registro de las pérdidas, aceptando además pérdidas esperadas o estimadas, calculando sobre eventos futuros.

    Según Linde, es más conveniente dejar "esta discrecionalidad al criterio de la entidad".

    En su intervención, y sobre las necesidades de capital que desde distintos ámbitos se les exige a las entidades financieras, ha reconocido que existe una gran presión sobre éstas, para que cumplan anticipadamente con los requisitos de la directiva Basilea III.

    Sobre este punto ha sido muy claro, y ha advertido sobre los riesgos de aplicar anticipadamente los requerimientos de capital, lo que puede provocar una reacción procíclica.

    No hay que olvidar, ha indicado, que en algunos países la debilidad del escenario macroeconómico aumenta la morosidad y, por consiguiente, los problemas para tener colchones suficientes; las entidades deben poder aprovechar el margen de que disponen para aumentar sus recursos propios.

    Entre las tareas pendientes que debe abordar la reforma financiera no sólo en España sino en el ämbito europeo, Linde ha mencionado la necesidad de hacer una distinción clara entre entidades que prestan servicios a clientes minoristas de aquellas otras con perfil de riesgo más acentuado, una separación que no es compartida en países como Estados Unidos.