El Banco de España obligó a modificar el plan de ajustes de Bankia y a triplicar los despidos
- Proyectaba prescindir de 2.000 personas frente a las 5.500 acordadas
El Banco de España apremió a José Ignacio Goirigolzarri a modificar el plan de ajustes que le presentó a un mes escaso de acceder a la presidencia de Bankia por otro más severo y capaz de obtener ahorros acordes con una entidad auxiliada. Su proyecto era prescindir de 1.933 empleados, frente a los 5.500 que saldrán finalmente del grupo, de acuerdo al pacto rubricado recientemente con los sindicatos en base a las imposiciones de Bruselas.
La Dirección General de Supervisión relató en un informe fechado el 22 de junio de 2012 y elevado a la Comisión Ejecutiva del Banco de España que las medidas proyectadas para obtener ahorros con la plantilla eran "muy insuficientes" para un banco que solicita 19.000 millones en ayudas y cuya capacidad de generar resultados recurrentes se encuentra muy limitada.
Ingresos poco recurrentes
Y es que el 75-90 por ciento del margen de intereses que Bankia estimaba cosechar en el trienio de aplicación del plan, entre 2013-2015, no proceden de la actividad típica bancaria. La entidad esperaba ingresar al año unos 700 millones de la inyección aportada por el Fondo de Reestructuració Ordenada Bancaria (Frob) y 1.700 millones adicionales con la práctica del carry trade -toma fondos del Banco Central Europeo (BCE) a bajo interés y lo rentabiliza con su inversión posterior en títulos de deuda pública-.
El ajuste para hacer más eficiente el grupo pivotaba en dos líneas: economizar 213 millones en el trienio con la reducción del número de empleados y otros 94 millones con la supresión de parte de la retribución variable de la plantilla y menos aportación a planes de pensiones.
Jubilaciones a 529.000 euros
El Banco de España evidencia que el ahorro era sustancialmente inferior al coste en que incurriría. Bankia estimaba en 763 millones el desembolso a efectuar para prejubilar a 1.149 personas, a un coste medio de 529.000 euros, e indemnizar a 784 bajas incentivadas, con un gasto medio de 190.000 euros.
En el banco apuntaron que la estrategia era muy preliminar, se diseñó en apenas quincedías -Goirigolzarri accedió a la presidencia el 9 de mayo- y estaba abierta a negociación con el supervisor. Para su cálculo utilizó los términos del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aprobado en 2010 y que estaba vigente hasta fin de 2012. La compensación en las jubilaciones anticipadas excedía, en todo caso, los 350.000 euros de las salidas que se produjeron en 2010 para resolver las redundancias heredadas con la fusión, al adherirse en 2012 altos directivos con sueldos muy superiores, que elevan la media.
El plan queda en el aire con la firma en julio del Memorandum de Entendimiento (Mou). El acuerdo, finalmente rubricado con los sindicatos y tras imponer Bruselas sus condiciones, se instrumenta a través de un ERE que afecta a 4.500 empleados -saldrán 5.500, al incluir los 1.000 que el grupo espera trasladar a empresas a las que subcontrate servicios o venda filiales-.
Ofrece prejubilaciones a empleados con 54 años y bajas incentivadas con 30 días por año trabajado, 22 mensualidades tope y compensaciones por antigüedad. Como máximo abonará 350.000 euros por empleado. Se han acogido 2.300 personas.