CaixaBank y BBVA, entre los bancos más expuestos al crédito a la automoción
- El deterioro del sector tendría un impacto contenido para las entidades, aunque S&P advierte de costes crediticios adicionales
Matteo Allievi
Madrid,
La industria de la automoción pelea para salir de las arenas movedizas. La demanda deprimida y la fuerte competencia de los fabricantes chinos suponen un lastre para el negocio de la mayoría de los jugadores del sector. Y en esos tiempos difíciles, el dinero inyectado por los bancos es savia vital. CaixaBank y BBVA destacan entre las entidades europeas más expuestas al sector en términos de crédito, según un análisis elaborado por S&P Global Ratings. Y aunque los posibles retos de la industria de los coches deberían ser en gran medida manejables para los bancos, los préstamos a proveedores de automóviles podrían generar costes crediticios adicionales para las entidades.
Más allá de la pérdida de competitividad ante los vehículos de China, que ha adelantado a Europa en la inversión en los coches eléctricos, otros vientos soplan en contra de la industria del Viejo Continente. La administración Trump abre el camino a la imposición de nuevos aranceles a la importación de automóviles, que podrían asestar un duro golpe a las exportaciones europeas. Además, la normativa más estricta sobre los límites de emisiones de CO2 impuesta por la UE tiene preocupados a varios constructores de coches.
A datos de diciembre de 2023, los 20 bancos más grandes de la Unión Europea tenían una exposición bruta de 57.000 millones de euros al sector, lo que supone un 1,2% de sus préstamos totales a sociedades no financieras (SNF). Este porcentaje asciende al 1,9% si le añadimos la financiación de 32.000 millones destinada a la fabricación de ruedas, que es estrechamente asociada a la producción de automóviles.
Commerzbank es la entidad más expuesta: un 7% de su cartera de préstamos se destina al sector de la automoción. Le siguen CaixaBank, Erste y UniCredit, que aunque se quedan a una buena distancia del banco alemán, dedican a esta industria más de un 3% de sus créditos. Al excluir la fabricación de ruedas, BBVA cerraría el top 5 (roza un 3%), pero el notable peso de este segmento en los préstamos concedidos por la italiana Intesa Sanpaolo le arrebata el puesto.
En general, la calidad de estas carteras está en consonancia con la del sector empresarial en su conjunto, con un índice medio de morosidad del 4% y un volumen de créditos en stage 2, es decir, aquellos que se mantienen bajo vigilancia especial por riesgo de impago, en un 11% para los 20 bancos tomados como referencia.
Muestra de resiliencia
Como cualquier sector que subvenciona, la banca sigue de cerca los desafíos que se asoman en la industria automotriz. Un descenso en las ventas de automóviles no resultaría necesariamente en un aumento en la morosidad, ya que los posibles impagos dependerían de la evolución de la situación macroeconómica, advierte S&P. "Además, los bancos realizan escenarios de estrés sobre el valor residual de los coches usados para calibrar el capital que mantienen frente a tales pérdidas inesperadas", agrega.
Las entidades europeas, incluyendo a la española, cuentan con niveles de capital que está bien por encima de los requisitos mínimos del Banco Central Europeo, actualizados el pasado diciembre para este año. Sí la casa de análisis espera un incremento moderado de los costes crediticios, debido a la incertidumbre a la que se aboca la automoción.
S&P prevé que un mayor deterioro de las carteras del sector de los bancos reduciría la previsión de ingresos antes de provisiones entre un 1% y un 3% en 2025. Eso sí, el impacto no sería el mismo en todos los países. Los efectos indirectos de un empeoramiento del negocio del sector ponen en riesgo la calidad de los activos de los bancos de Alemania, Suecia y Europa Oriental, donde la industria del automóvil contribuye significativamente al PIB y al empleo.