La banca española reduce en 17.100 millones el crédito en riesgo de impago
- Sitúa los préstamos en vigilancia especial un 8% por debajo que hace un año
- El conjunto del sector europeo, en cambio, los incrementa un 14,6%
Eva Díaz
El sistema financiero español responde mejor que el del conjunto de la zona euro en calidad crediticia. Las entidades de nuestro país han rebajado tanto los créditos dudosos como los créditos en vigilancia especial, aquellos que aún no han sufrido impagos pero hay indicios de que pueda haberlos, en el último año. Concretamente, respecto a los préstamos con riesgo de impago, el sector financiero español ha dejado de vigilar un volumen de crédito de 17.100 millones de euros. De este modo, el volumen actual que tiene la banca en créditos de vigilancia especial es de 191.200 millones de euros a junio de 2022, frente a los 208.300 millones que tenía a cierre del primer semestre de 2021, lo que supone una reducción de entorno el 8%. Así, según los últimos datos publicados ayer por la Autoridad Bancaria Europea (EBA), la ratio de crédito en vigilancia especial de las entidades españoles pasó a reducirse del 7,3% de junio de 2021 al 6,7% de junio de 2022.
El sector financiero nacional se sitúa con esta ratio por debajo de la media de las entidades de la zona euro, que sitúan en el 9,5% el volumen de créditos bajo vigilancia especial. De hecho, las entidades europeas, en su conjunto, han incrementado un 14% el volumen de préstamos en riesgo de impago en el último año, hasta situarlos en los 1,48 billones de euros a junio de este ejercicio, frente a los 1,2 billones del mismo periodo del año anterior.
España, se sitúa así muy por debajo de los niveles de riesgo que tienen los grandes países europeos. Como ejemplo, el sector financiero alemán tiene el 10,8% de crédito bajo vigilancia especial, frente al 8,4% de hace un año. La ratio de Francia es del 10,3%, lo que también supone una subida relevante del riesgo crediticio en comparación con el 8,4% de junio de 2021. Bélgica también aumenta los préstamos a vigilar, que antes suponían el 10,8% y ahora el 12% o Italia, que pasa del 13,4% al 13,6%.
En línea con la buena marcha de la banca de nuestro país, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, reconocía el pasado martes en el V Foro de Banca organizado por este diario, que la calidad de los balances bancarios "ha continuado mejorando hasta el segundo trimestre de 2022". De Cos aseguró entonces que los préstamos en vigilancia especial, es decir, aquellos cuyos acreedores siguen afrontando sus obligaciones financieras pero que muestran algún indicio de potencial deterioro, también intensificaron su ritmo de corrección, aunque "todavía están por encima de los registros en pre-pandemia". "Lógicamente, es en los sectores más afectados por la pandemia y por el alza de los costes energéticos donde se concentran las mayores vulnerabilidades", especificó.
Situación de la morosidad
El caso de la morosidad en la zona euro es el contrario y sí ha descendido en el último año. La ratio de mora a junio de 2021 era del 2,3% y en el mismo mes de este ejercicio es del 1,8%. El sector financiero español, que aúna entidades más allá de los tradicionales bancos de crédito, también ha ido en línea con este descenso, bajando la ratio de mora en dicho periodo del 3,1% al 2,8%, según datos de la EBA, hasta los 78.900 millones de euros. Sin embargo, con esta tasa, el sector nacional queda en morosidad muy por encima de la media de la zona euro, solo superado por el de ocho países: Grecia (5,2%), Polonia (4,3%), Hungría (3,7%), Chipre (3,6%), Bulgaria (3,5%), Portugal (3,3%), Croacia (2,9%) y Rumanía (2,9%).
Ante los riesgos para la banca que pueda traer un empeoramiento de la economía de la zona euro, y también de la española, por la subida de los tipos de interés, la persistente inflación y el alza de precios de las materias primas y de la energía, los supervisores europeos y nacionales insisten a las entidades para que sean prudentes en su política de provisiones, ya que aunque la morosidad está bajando, prevén que los deterioros comiencen a reflejarse en un escenario de dos años.
La banca nacional, por el contrario, asegura que, de momento, no se notan deterioros y, aunque admite que los primeros problemas llegarán del lado de las micropymes, pymes y de los autónomos, aseguran que el sector está protegido puesto que no ha utilizado el grueso de las dotaciones realizadas durante la pandemia. De hecho, las seis entidades cotizadas españolas han rebajado un 22% las provisiones para insolvencias crediticias desde junio de 2021 a junio de 2022 en su actividad nacional, hasta situarlas en 2.100 millones. Los supervisores también piden prudencia en la estrategia de capital.
Supera la rentabilidad de la UE
El sector financiero español supera la rentabilidad media del europeo. Concretamente, la rentabilidad sobre el capital (ROE, por sus siglas en inglés) de la banca de nuestro país se situó el pasado mes de junio en el 10,3%, frente al 7,9% que tiene de media el sector de la zona euro. No obstante, en el caso de España, supuso un descenso frente al ROE del 11,9% del mismo periodo del año anterior. El país cuya banca tiene peor ROE es Malta, en negativo con -4,2%, mientras que en el otro extremo está Eslovenia, con el 21,9%.