Asia
Adiós a diversas Zonas arqueológicas por conflictos armados en Siria e Irack
Las guerras en Siria e Irak han dejado, además de un reguero de sangre, pérdidas millonarias en un patrimonio cultural "irremplazable" que en el mejor de los casos solo se recuperará al 10 por ciento porque la mayoría ha sido desviado al mercado negro para financiar a los grupos armados.
La pérdida del patrimonio cultural es una de las consecuencias más habituales y, sin embargo, menos aireada por la prensa internacional en la cobertura de conflictos armados, pero los casos de Siria e Irak han supuesto una trágica excepción por la amplia destrucción de sus antigüedades.
Este fenómeno silencioso llamó la atención internacional el pasado mes de marzo cuando el Estado Islámico arrasó la ciudad de Nimrud (Irak), una de las capitales del imperio asirio cuyo arte pétreo ha sido venerado en todo el mundo y mencionado en textos sagrados.
"Los yacimientos arqueológicos de Nimrud han sido destruidos", ha dicho un responsable de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), apuntando en concreto a la demolición de esculturas, bajos relieves y del palacio principal.
Poco después, el Estado Islámico irrumpía en Hatra (Irak), otra ciudad asiria con templos griegos y romanos aderezados con ornamentación oriental. "De acuerdo con nuestras fuentes, todas las estatuas con representaciones humanas han sido destruidas", ha indicado la UNESCO.
Ahora preocupa especialmente la toma de Palmira (Siria), conocida como 'la novia del desierto' por su antiguo apogeo como centro neurálgico del comercio regional debido a la convergencia de las caravanas de la ruta de la seda.
Aquí el Gobierno de Bashar al Assad, que prácticamente rindió la ciudad a la organización terrorista, aseguró que pudo evacuar a tiempo cientos de estatuas, pero la UNESCO sostiene que muchas han sido destruidas.
La UNESCO ha advertido de que podría considerarse un "crimen contra la Humanidad" porque el patrimonio cultural de estos países, cuna de civilizaciones, "es irrempazable". "No es solo una pérdida para la población local, sino para todos", ha recalcado.