Asia

Máxima tensión y nuevos disturbios en Tibet contra China



    Máxima tensión y propagación de disturbios en Tibet en el quinto día de protestas contra la dominación china. Pese a que ayer el Gobierno chino aseguró que la situación en las calles se había estabilizado, hoy se han multiplicado en distintos lugares de Tíbet las escenas de violencia y al menos dos manifestantes murieron a consecuencia de los disparos efectuados por la Policía china.

    Free Tibet Campaign (FTC), ONG con base en Londres, señaló en conversación telefónica con EcoDiario.es que la situación se ha agravado y que continúan los altercados en las calles de Lhasa, la capital, y en los alrededores de los principales monasterios. "Esta mañana unas 500 personas se han manifestado delante del monasterio de Potala, en Lhasa, y ha concluido con choques entre manifestantes y policía y con varios coches policiales quemados", declara Matt Whitticase, activista de FTC.

    Sin embargo, según un habitante chino de Lasha, desde las 13:00 horas está en vigor un toque de queda y hacia las 15:30 horas los manifestantes se dispersaron después de que se movilizara a un gran número de policías.

    Comercios incendiados

    Además, como consecuencia de los disturbios varios comercios de la zona próxima al Potala han sido pasto de las llamas, incluida la famosa joyería china Serkhang, confirma Whitticase. Los alborotos, como ocurrió hace varios meses en la "revolución del azafrán" en Birmania, han estado lideradas por los monjes tibetanos, que protestan desde el pasado día 10 contra la dominación china justo en el 49º aniversario de la rebelión fallida que llevó al Dalai Lama al exilio.

    Las acciones de presión de los monjes se han sucedido durante toda la semana: dos de ellos trataron de suicidarse cortándose las venas durante una marcha ante la situación de "desesperación" que viven por la dominación china, los monjes budistas de un monasterio están desde ayer en huelga de hambre y los tres monasterios principales del territorio del Himalaya se han unido a las protestas.

    Mil policias para 400 monjes

    Matt Whitticase, de FTC, confirmó también que otra manifestación se produjo esta mañana en los alrededores de un templo de la capital, en la que participaron "entre 300 y 400 monjes y estudiantes de la universidad de Lhasa". Los manifestantes, según Whitticase, "fueron rodeados por unos mil policías”, lo que provocó "mayores protestas, uso de gases lacrimógenos y violentos encontronazos que dejaron cuatro policías heridos”, advierte.

    La violencia también se propagó al monasterio de Labrang, en los alrededores de Xiahe, "donde entre 3.000 y 4.000 monjes fueron rodeados por la policía y fuerzas de seguridad", insiste el activista de FTC en conversación con elEcoDiario.es. Como consecuencia del rígido control que Pekín ejerce en todo el Tíbet, está resultando muy difícil verificar los hechos que han puesto en pie de guerra a los tibetanos. Muchos de los testimonios son de los turistas occidentales que se encuentran haciendo turismo en la zona.

    Información sesgada y cancelación de visados

    La ONG Free Tibet Campaign, por su parte, confirma que la información de que disponen les ha sido facilitada por sus contactos en Dharamsala, donde se encuentra el Gobierno tibetano en el exilio, que a su vez han recibido información directa desde el interior de Tíbet. Las autoridades chinas no han facilitado información alguna sobre el número de detenidos; sin embargo, la ONG Centro para los Derechos Humanos y Democracia en Tibet mandó a los medios de comunicación las identidades y fotos de 15 monjes arrestados por las protestas del pasado lunes.

    Matt Whitticase no pudo certificar el número de detenidos ni la contundencia de la represión policial, pero sí señaló que "la policía ha sido movilizada a gran escala".

    Por su parte, el EcoDiario.es también ha podido saber que las autoridades comunistas habrían cancelado la emisión de visados turísticos a los extranjeros (indispensables para acceder a Tíbet incluso desde la propia China), con lo que Tíbet quedaría cerrado a cal y canto al exterior y sin opción de que el resto del mundo tenga conocimiento de los hechos que puedan sucederse en los próximos días.