Aragón
El sector exterior y el buen comportamiento del consumo tiran de la recuperación del PIB en Aragón
El año 2013 siguió siendo difícil para la comunidad aragonesa, aunque consiguió un crecimiento del 0,2% en el cuarto trimestre según el informe anual del Consejo Económico y Social de Aragón. Este documento pone también de manifiesto una posible recuperación del mercado de trabajo este año.
Son las principales conclusiones de este informe, que se ha presentado hoy, y en el que se constata que Aragón finalizó 2013 con síntomas de recuperación económica, lo que permite percibir un cambio de tendencia.
Los síntomas de mejora se reflejan en el aspecto económico en concreto en las exportaciones y en la demanda interna, si bien no han tenido traslación a la situación laboral o social de los aragoneses, aunque hay indicios que permiten pensar que en el año 2014 pueda comenzar la recuperación del empleo y de otros indicadores de calidad de vida de los aragoneses.
La presidenta del CESA, Natividad Blasco, en la presentación del informe ha indicado que "la crisis está siendo muy profunda y muy larga. Por eso, el CESA ha puesto en su Informe la mayor atención no sólo en recopilar los datos y describir lo que ha sucedido a lo largo de 2013 en Aragón, sino en explicar la evolución de sus consecuencias en los últimos años e intentar percibir cualquier síntoma de cambio de tendencia".
Para Blasco, "el 2013 ha sido un año difícil en Aragón, en que se ha acortado la ventaja que en la mayor parte de indicadores económicos y de desarrollo humano venimos manteniendo con el conjunto de comunidades autónomas. Sin embargo, los últimos meses nos dejaron percibir un cambio de tendencia, primero en algunas cifras económicas y esperamos que pronto se reflejen en otros indicadores de calidad de vida".
El informe refleja que Aragón ha seguido la línea marcada por la economía española en el conjunto del año. El PIB aragonés ha descendido lo mismo que el nacional, un 1,2%, aunque, a diferencia de España, logró alcanzar en el transcurso del cuarto trimestre de 2013 un crecimiento del 0,2%, la primera tasa interanual de signo positivo después de ocho trimestres de caídas consecutivas.
A este mejor comportamiento aragonés han contribuido diversos elementos entre los que cabe destacar una mejor evolución del consumo, que globalmente ha disminuido, pero menos que en 2012 y que en el conjunto nacional y que terminó el año con un crecimiento superior al 1%, tras más de cinco años de contracción y una mayor inversión en bienes de equipo, que se ha recuperado rápidamente, favorecida por la mayor apertura exterior de la economía aragonesa.
El informe destaca el sólido comportamiento de las exportaciones, la mejora de la demanda interna, el retomado impulso de la inversión y una evolución menos negativa del consumo han sido factores clave en la aceleración del proceso de la recuperación económica de Aragón el pasado año.
Al igual que en 2012, el sector exterior ha vuelto a ser el motor de la economía aragonesa y el pilar de su recuperación económica. Aún cuando las importaciones han crecido más que las exportaciones, un 10,3% frente a un 2,2%, el saldo comercial, de 1.800 millones de euros, ha marcado el segundo mejor año, tras 2012, del sector exterior aragonés.
Por continentes, Europa es el que ha recibido la mayor parte de las ventas aragonesas al exterior, con el 78,3% del total. Un dato que cabe destacar es que, en 2013, Teruel registró por primera vez superávit comercial (32,8 millones de euros).
La tendencia hacia la mejora en los últimos trimestres de 2013 puede apreciarse en la mayoría de los sectores productivos de la economía aragonesa, incluso en los que peor evolución han tenido durante la crisis.
Tanto los servicios -especialmente los vinculados a la logística y el turismo- como la industria y el sector agrario, han ido moderando su decrecimiento hasta terminar el último trimestre de forma positiva e incluso el sector de la construcción, el más afectado por la crisis, ha conseguido estabilizarse y terminar 2013 con la tasa menos desfavorable de los cinco últimos años.
Además, en el año 2013 se ha vuelto a confirmar que uno de los sectores más resistentes frente a la crisis sigue siendo el agroindustrial, que desde 2008 acumula un crecimiento del 10% que contrasta con el descenso de la actividad de la industria en general, que se cifra en un 20%.
Sin embargo, el sector de la investigación, el desarrollo y la innovación ha sufrido muy directamente las dificultades económicas que afectan al conjunto del sector público. En 2013, la financiación pública aragonesa destinada a este fin ha contado con 46,7 millones de euros, un 12,3% menos que en 2012.
Observando la evolución de la sociedad aragonesa durante la crisis, el informe refleja que las condiciones materiales de las familias aragonesas han ido empeorando, aunque en general los aragoneses mantienen una situación algo mejor que la media nacional. Mientras la renta personal ha descendido a lo largo de la crisis en Aragón un 0,8%, en España este descenso se ha cifrado en un 1,8%. Algo similar ha ocurrido con la renta de los hogares que ha descendido en Aragón un 3,4% frente al 4,7% de media en España.
En el ámbito laboral, la mejora de la economía no ha tenido traslación en la creación de empleo, aunque hay indicadores económicos que apuntan a que en 2014 se puede iniciar su recuperación.
Durante la crisis, se han destruido en Aragón 110.000 empleos y 90.000 personas han engrosado las cifras del paro y 2013 ha sido el peor año de toda la crisis para el empleo en Aragón, ya que se perdieron 30.000 puestos de trabajo y la media de parados llegó a 136.000, un 21%, todavía cinco puntos menos que la media nacional. El desempleo juvenil ha continuado creciendo, hasta sobrepasar una tasa del 50%, y el número de ocupados extranjeros ha descendido un 15% (el triple que los ocupados españoles).
Además, en 2013 ha descendido el número total de aragoneses activos, entre otras causas, por el aumento de jubilados, el desánimo de algunos parados y la emigración -en 2013 han desaparecido de nuestra población activa 11.700 titulados universitarios-.
Por otra parte, las condiciones laborales continúan empeorando, ya que sigue creciendo la contratación temporal, y continúa el proceso de devaluación interna, con nuevos retrocesos salariales, en el entorno del 1%.
Pero, a pesar de todo, Aragón ha seguido manteniendo una posición más ventajosa y, en este sentido, se puede destacar que la Comunidad aragonesa ha finalizado 2013 como la cuarta autonomía con mayor tasa de actividad, la sexta con menor tasa de paro y la séptima con mayor tasa de empleo.
La debilidad del empleo afecta a los sistemas de protección social y de prestaciones públicas de los aragoneses, ya que amplía el número de personas que necesitan acudir a estos recursos. En 2013 han continuando aumentando los beneficiarios de prestaciones contributivas, hasta los 290.000 aragoneses, y de las no contributivas, especialmente del Ingreso Aragonés de Inserción.
Al mismo tiempo, sigue bajando, hasta un 60%, la tasa de parados que reciben algún tipo de prestación por desempleo, y también el número de beneficiarios del sistema de atención a la dependencia, que en 2013 descendió ocho veces más que la media nacional.
Además, la falta de actividad económica conlleva también una menor capacidad de gasto, que a medio plazo tiene un inevitable reflejo en los servicios públicos y en la calidad de vida de los aragoneses.