Rudi deja la puerta abierta a un nuevo acuerdo con el PAR para gobernar en Aragón
La presidenta de Aragón destaca que el pacto no ha hecho más que cumplir su primera fase y que, una vez iniciada la recuperación, se pueden fijar nuevos objetivos.
El Partido Popular y el Partido Aragonés no dan la tarea por terminada. No dan por finalizados los puntos de trabajo fijados por ambas formaciones en el denominado Acuerdo de Gobernabilidad, un acuerdo que hizo posible que tanto las Cortes como el Gobierno de la Comunidad Autónoma iniciaran su trabajo en la VIII Legislatura autonómica con garantías de permanencia y de utilidad social, según ha manifestado Luisa Fernanda Rudi.
La presidenta de Aragón, en el arranque de su discurso en el Debate sobre el Estado de la Comunidad Autónoma, ha destacado que "el pacto fue diseñado para un largo recorrido y no ha hecho más que cumplir su primera fase. Ahora que hemos parado la caída y que hemos iniciado la recuperación, podemos fijarnos nuevos objetivos".
Luisa Fernanda Rudi ha expresado su satisfacción por que el Acuerdo de Gobernabilidad haya demostrado ser un instrumento de enorme importancia para Aragón y cuyo objetivo es hacer posible un escenario de estabilidad institucional que permitiera a la Comunidad Autónoma hacer frente a la crisis económica y social en la que se encontraba inmersa.
"Recibimos el mandato de sumar voluntades y de aunar esfuerzos para llevar adelante una ambiciosa agenda reformista que limitara el creciente deterioro y revitalizara la economía y el empleo", segúnha destacado la presidenta.
Además, Rudi ha explicado que el Acuerdo de Gobernabilidad expresaba una oferta de colaboración sincera a todas las fuerzas políticas y sociales de Aragón mediante una oferta de colaboración sincera, y se desarrolló de forma coherente con el tradicional pluralismo de la Comunidad y con su capacidad para el acuerdo.
Al respecto ha manifestado que "creíamos entonces, y seguimos creyendo ahora, que el Acuerdo de Gobernabilidad es la interpretación leal de la voluntad política de los aragoneses, la que mejor se ajustaba al rumbo que nos marcaron en las urnas: un claro deseo de cambio. De un cambio sin riesgos, sin exclusiones y para mirar hacia delante. Para hacerse cargo de los problemas, no para crear nuevos problemas".