Grupo Verne lleva su tecnología a Chile
La empresa está realizando un proyecto de control de compuertas por GPRS y con un sistema alojado en la nube.
Grupo Verne, ingeniería con sede en la localidad zaragozana de La Almunia, está llevando a cabo un proyecto piloto en Chile en el que está implantando sus desarrollos y tecnologías para el control de compuertas, que la compañía ya ha instalado en otras zonas de España como en el Canal Imperial de Aragón y en el Canal de La Almozara (Zaragoza), ubicación esta última en la que ha instalado un sistema de última generación en el que ese control se realiza vía GPRS (Internet) en lugar de por GSM (telefonía), permitiendo un mayor control al recibirse órdenes para la vigilancia de forma continuada y más precisa.
Una experiencia que la compañía traslada a Chile, país en el que se implantará un modelo similar, pero en el que se han introducido algunas novedades tecnológicas, ya que además de apostar por el control vía Internet también "se alojará el sistema en nube, mientras que hasta ahora en las instalaciones se había alojado en un servidor", según explica Marta Gracia, gerente de Grupo Verne.
Además de este mayor control y seguridad, el sistema también presenta otra serie de ventajas como el ahorro de agua que se puede conseguir que, en algunas comunidades de regantes, se ha estipulado en un 20% -unos 200.000 litros por segundo-, haciendo a su vez un uso más eficiente al saber exactamente cuánta agua es necesaria en cada caso. También se utilizan pequeñas placas solares para su funcionamiento.
Esta es la primera experiencia internacional para una comunidad de regantes en otro país que lleva a cabo Grupo Verne, que cuenta con un partner en Chile para realizar toda la instalación allí. No obstante, la empresa ya está presente en los mercados internacionales, sobre todo de la Unión Europea y está trabajando para adentrarse en más países principalmente de Sudamérica "porque hay más facilidad para vender por el idioma".
Unos mercados en los que está implantada con otras líneas de actividad como suministros de equipo y productos agropecuarios, además de las microturbinas de riego, que la compañía ha desarrollado y que son únicas en el mundo por su pequeño tamaño -de hecho Grupo Verne las define como "micromicroturbinas" porque son 50 veces más pequeñas-, que utiliza la energía del agua para generar electricidad que, por ejemplo, se puede utilizar para cargar las baterías de las aplicaciones en el campo como las de los programas de riego.
La empresa, cuya actividad comenzó en el año 2008 aunque ya se procedía de otra compañía anterior, tiene una plantilla formada por seis personas y factura alrededor de 600.000 euros.