Aragón
Solo una quinta parte del valor de la producción final agraria se queda en las explotaciones familiares
- El sector anuncia movilizaciones para defender las explotaciones familiares y PAC justa
Eva Sereno
Zaragoza,
El valor de la producción final agraria ha aumentado el 10,28% hasta los cerca de 4.500 millones de euros en 2020 en la comunidad aragonesa en un año marcado por la covid-19. Un crecimiento que ha estado impulsado por el sector del porcino, que sigue creciendo exponencialmente en la comunidad aragonesa, y sin que se habría producido una caída del 4% en los ingresos. Solo una quinta parte de este valor se queda en las explotaciones familiares por lo que desde UAGA-COAG se piden cambios en la cadena.
El año 2020 ha estado marcado por la covid-19. La agricultura y la ganadería no han sido ninguna excepción en este contexto de pandemia en el que el sector ha sido esencial y ha trabajado para evitar problemas de abastecimiento de alimentos y en el que la actividad productiva ha sido diferente por áreas en función de la climatología y de la evolución de los precios, entre otros factores.
El valor de la producción final agraria se ha situado en alrededor de 4.500 millones de euros, lo que supone un aumento del 10,28% en este año en comparación con 2019, ejercicio este último en el que se registró una caída del 7%. El impulso en 2020 ha venido de la buena evolución del sector porcino -animado sobre todo por las ventas a Asia y, en concreto, a China-, que ha supuesto un aumento del 10,19%. Descontando el sector porcino (supone el 48% del valor total de la producción final agraria), los datos cambian porque se produce una reducción de los ingresos del 3,7%.
A pesar de este aumento del valor de la producción final agraria -el 34% es sector agrario y el 66% es ganadería teniendo en cuenta los datos de las medidas-, solo una quinta parte se queda en las explotaciones agrícolas familiares. Una situación que se tiene que "revertir porque el resto se queda en la cadena", según ha explicado José María Alcubierre, secretario general de UAGA-COAG, durante la presentación del balance agrario.
"Iniciamos el año con movilizaciones y, seguramente, las vamos a acabar con movilizaciones", ha añadido el secretario general con el fin de pedir que se cambie esta situación. "La producción de alimentos es estratégica en Aragón, España y Europea y no se puede dejar a los profesionales con un quinto del valor de la producción final agraria. Las ayudas tienen que ser para las explotaciones familiares y para los profesionales".
Las movilizaciones, además, también tendrán el objetivo de pedir cambios relacionados con la PAC -la actual finaliza en 2020-, que ponga en valor los agricultores y las explotaciones agrarias familiares y recoja las reivindicaciones que la organización agraria ha venido reclamando como la desaparición de los derechos históricos y el capping y facilitar la incorporación de los jóvenes al sector. "Tenemos que luchar por esa agricultura y ganadería extensiva y por sectores que quedaron fuera de la PAC y que deben ingresar como el vino. El Ministerio de Agricultura tiene que ser valiente para cambiar esta PAC".
Unas medidas que también se demandan con el fin de evitar la progresiva pérdida de profesionales en el sector con una medida de 160 anuales. Tan sólo de 2018 a 2019, se han perdido en Aragón 316 agricultores y ganaderos.
Es una situación que "hay que revertir con incorporación de jóvenes y de la mujer" a este sector, que ha mantenido el empleo, incluso con la pandemia, con una contratación que sólo ha caído el 0,59% en comparación con el año 2019, a pesar de las dificultades para trabajar y para disponer de los empleados habituales por las limitaciones de la movilidad por la pandemia.
El auge del porcino
El porcino ha sido el subsector ganadero que mejor evolución ha tenido en Aragón por el tirón a nivel internacional. La cabaña porcina ha crecido en los últimos cinco años un 23% y un 3% en relación a 2019, concentrándose alrededor del 50% en Huesca.
Por su parte, el ovino durante el confinamiento fue el único sector en el que no hubo ninguna operación, ha explicado David Andreu, Secretario Provincial UAGA-Teruel. A pesar de ello, la producción se ha mantenido estable, registrando una caída de precios del 4%.
En el vacuno, ha caído un 5% la producción y el precio de la carne. Caídas también se han registrado en el pollo con descensos en la producción del 34% y un aumento del precio de la carne del 3%. En el conejo, la bajada de producción es del 20%.
De las caídas tampoco se libra la apicultura con caída del 5% de las explotaciones -aunque se mantiene el número de colmenas- y del 50% en la producción por el clima, ni el vacuno de leche con descensos del 4% en ganaderías.
Balance en agricultura
La evolución del año 2020 ha sido diferente por sectores. En el área de la agricultura, se ha observando un buen comportamiento en herbáceos, donde ha aumentado la producción un 35% con casi tres millones de toneladas frente a los dos millos en 2019, ejercicio este último que fue peor que la media. En relación a la media, el aumento de producción ha sido del 15%.
El cereal no ha estado exento en esta temporada de los problemas derivados por la plaga de conejos, ya que ha continuado aumentando la superficie afectada por esta incidencia, aunque la afección es desigual, oscilando entre el 20% de la superficie en algunas zonas, mientras que en otras se registran daños que alcanzan el 100%.
En el cereal de invierno también se han producido problemas con los precios al detectarse "especulación por intermediarios. No sabemos por qué la Lonja del Ebro bajó los precios entre el 20% y el 25% durante todo el verano", con la excepción del trigo duro, según ha añadido Toño Romé, secretario provincial de UAGA en Zaragoza, aunque posteriormente los precios se han estabilizado. Es reseñable el retroceso que se produce en el cultivo de trigo duro -principalmente porque hay mayor afección de los conejos en estas explotaciones-, frente a la avena y otros cereales.
En 2020, el arroz ha perdido peso en superficie por los altos costes de producción y la baja rentabilidad, mientras que en el maíz se observa descenso en la primera cosecha y mantenimiento en la segunda cosecha con 85.000 hectáreas y casi un millón de toneladas. El precio se ha situado un 10% por encima. Por su parte, en los herbáceos, los agricultores han ingresado un 16% más que en 2019, porcentaje que se sitúa en el 7,5% si se atienden a las medias del sector.
En la fruta, se perdió producción por la climatología y las tormentas de granizo, estando marcado 2020 por la incertidumbre de disponer de trabajadores por las limitaciones con la covid-19 a la hora de la recogida. "El desplome no ha sido mayor porque los consumidores han comido más local y más consumo de fruta", ha añadido Toño Romé, quien ha incidido en que este mayor consumo ha hecho que las explotaciones sean más rentables. No ha sido el único factor, ya que esta evolución también ha estado marcada por la menor producción en los países vecinos y el aumento de la exportación.
En frutos secos, se ha producido una caída del 35% en precios por el aumento de las importaciones de la almendra americana, que sigue creciendo dentro de una campaña marcada por las tormentas, teniendo que percibir un millón de euros en indemnizaciones. El sector supone 62.000 hectáreas y casi 17.000 toneladas de producción con un descenso del 2% sobre 2019.
Por su parte, el viñedo ha estado estable con un 15% de aumento de producción, mientras que el olivar ha tenido una evolución diferente por zonas con un ligero aumento de precio del 10%, que sigue siendo escaso para mantener la rentabilidad de las explotaciones.