Aragón

Carnísima aumenta un 48% los pedidos online de su carne ecológica y de calidad


    Eva Sereno
    Zaragoza,

    La empresa de producción y comercialización de carne ecológica y de buena calidad de ternera, ovino, cerdo y ave principalmente ha aumentado en los últimos tres meses sus pedidos online un 48%. Un canal de comercialización al que se suma la venta en tiendas físicas y otros canales que se han experimentado un importante auge como el teléfono o el Whatsapp durante la fase de confinamiento de la pandemia.

    Llevar carne ecológica y de calidad de la granja a la mesa del consumidor, sin intermediarios y al mejor precio, es la propuesta de Carnísima. Una empresa impulsada por el empresario Ricardo Buil, conocido por su actividad al frente de la compañía Centraldeservas.com y que siempre ha estado vinculado a la ganadería en la localidad oscense de Aínsa.

    "Carnísima se creó por la necesidad de encontrar carne de calidad para alimentar a los niños. Los adultos somos libres de poder informarnos y alimentarnos como consideremos, pero los niños no pueden elegir y tienen que comerse lo que los padres les ponemos en el plato. Carnísima se puso en marcha cuando mis hijos empezaban a comer carne. Primero, fue recoger un grupo de proveedores y controles sobre esa producción para alimentar a mi familia y, después, vimos que esta necesidad también era la de muchas más familias. Por eso empezamos a abrir nuestras tiendas físicas y después la tienda online", ha explicado Ricardo Buil, impulsor de Carnísima, a elEconomista.es

    La empresa también pretende cubrir la necesidad de muchos adultos que "quieren cuidarse más, en algunos casos por necesidad y en otros solo por bienestar", además de poner en valor el respeto a la agricultura tradicional y la importancia de la compra sostenible.

    "Nuestro objetivo es hacer llegar a la población carne directa del productor al consumidor final, con controles propios por encima de las certificaciones convencionales. La respuesta del mercado a nuestra carne es buenísima, el cliente valora la calidad, el sabor y nos está animando a seguir creciendo, así que lo estamos haciendo", ha añadido Ricardo Buil.

    Los productos de Carnísima se comercializan en tiendas físicas y también a través de la tienda online en la que los pedidos han crecido el 48% en los últimos tres meses. El canal online ha sido el que muchos clientes han utilizado para hacer sus pedidos, aunque durante la pandemia también se han habilitado otros canales como Whatsapp, e-mail o teléfono.

    "Esto nos ha permitido satisfacer las necesidades no solo de clientes conectados, sino también de personas mayores que no estaban familiarizadas con los entornos digitales. Ha sido muy gratificante poder ayudarles, darles todas las facilidades durante el proceso de compra y, finalmente, hacerles llegar su carne a todos los códigos postales de la Península", explica Buil.

    Actualmente, "el público ha vuelto a la tienda física y ya no se solicita este servicio o lo hacen a través de la tienda online", que se quiere convertir en el principal canal de distribución de Carnísima con penetración en el mercado nacional.

    Carnísima, que también ha aumentado el número de clientes repetidores registrando un crecimiento del 113%, se comercializa en varias tiendas físicas, como Carnísima Aínsa, en el Pirineo aragonés, y Casa Sotero by Carnísima, en Zaragoza.

    En estos puntos de venta, al igual que en la tienda online, Carnísima ofrece sus diferentes productos entre los que el cliente puede elegir en función de diversos parámetros como el certificado eco o premium, origen geográfico, productor o tipo de corte, entre otros.

    La propuesta diferencial de Carnísima, que factura más de dos millones de euros, también se basa en controlar todo el proceso desde la granja -están monitorizadas- a la mesa, buscando a los productores de carne de calidad de ganadería extensiva o pequeñas explotaciones, que son supervisados, además de tener producción.

    La carne es analizada en los laboratorios propios y externos para garantizar su calidad y valores nutricionales, aparte de controlar el sacrificio del ganado, el almacenaje, distribución, logística y presentación al cliente final.