El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo ayer su pronóstico de crecimiento mundial para este año en tres décimas, hasta el 4,1%, debido a la tensión e incertidumbre que agarrotan a los mercados financieros. En Estados Unidos, la fuente de las tribulaciones a nivel mundial, el organismo constató que los problemas en el sector inmobiliario se han extendido al resto de la economía, donde las manufacturas, el empleo y el consumo han perdido dinamismo. El FMI redujo en 0,4 puntos porcentuales su estimación para el crecimiento económico de Estados Unidos durante este año, dejándola en 1,5%. Para la zona euro, ahora espera una expansión del 1,6%, 0,5 puntos porcentuales menos que en sus previsiones anteriores.