Andalucía
Elecciones, expectativas versus realidad
Por Ana Chocano. Presidenta del Círculo de Empresas Andaluzas de la Construcción, la Obra Pública y la Consultoría (Ceacop)
Llevamos cuatro campañas electorales en tres años y el resultado de estas es el mismo para el sector de la construcción, nos condenan a un estado de letargo, estamos estancados. Lo que en otros tiempos habían sido expectativas, ahora no las percibimos. Quizás sean ya demasiadas convocatorias, quizás avancemos más despacio que la vertiginosa velocidad a la que se mueve el mundo actual, quizás... La realidad a la que asistimos es que la construcción ha dejado de ser un sector importante en política. ¿Ser importante en campaña electoral significa serlo realmente? Pienso que no, pero crea expectativas. Quizás lo que ocurre es que ya no somos un elemento atractivo; hemos "pasado de moda". Aunque la realidad que yo percibo es bien distinta. Solo hay que ver el peso de la construcción en el empleo y en el PIB. Una tímida reactivación de la construcción de viviendas, de promoción privada, ha tenido unos magníficos resultados en cifras económicas y de empleo, repercutiendo beneficiosamente en el conjunto de la sociedad. Y a pesar de esta realidad cuantificable, seguimos sin percibir el impulso que necesitan nuestras infraestructuras: la obra pública. No hay reflejo en los presupuestos de las distintas administraciones. Hace diez años la construcción era un capítulo fundamental de toda campaña electoral. Ahora hay que buscar en lo más profundo de los programas de los partidos políticos para encontrar qué proyección tendrán las infraestructuras en la próxima legislatura. Las empresas, el empleo, nuestra economía y la sociedad necesitamos que la inversión en obra pública se reactive. Necesitamos volver a tener expectativas para que estas se transformen en realidades. Realidades de empleo, de actividad, de ejecución de proyectos y obras. Pero nos topamos con otra realidad que nos sacude, nos indigna, nos revela, pero contra la que nos es difícil actuar. Ahora ni siquiera somos un sector para considerar; "ni siquiera en campaña electoral", que es el momento de las promesas y la creación de expectativas por parte de los que en breve tendrá la responsabilidad de administrarnos. Es necesaria la reactivación de la inversión en infraestructuras y una planificación seria y eficaz de las mismas que sea a la vez perdurable en el tiempo. Es hora de que cambiemos esta realidad que nos ha dejado de lado y de que actuemos.