Andalucía

El campo andaluz: nuevos retos para un nuevo ciclo



    Por Ricardo Serra Arias. Presidente de Asaja Andalucía

    Estrenamos 2019 con novedades. Por primera vez desde la llegada de la democracia al frente del Consejo de Gobierno no estará un político del PSOE, lo que supone una muestra de madurez democrática que equipara a Andalucía con el resto de España, donde la alternancia ha dejado de ser noticia.

    En el terreno agrario, son muchos los asuntos pendientes y en Asaja hemos hecho los deberes y nos hemos reunido con el nuevo presidente, Juan Manuel Moreno Bonilla, a quien hemos entregado el documento "Lo que el Campo necesita", un escrito con los 18 retos más urgentes que afronta el campo.

    Habida cuenta del peso del sector agrario en Andalucía, Asaja demanda una estrategia clara y consensuada y un respaldo presupuestario fuerte. Las infraestructuras básicas de apoyo al tejido productivo -red viaria, electrificación, banda ancha-, el apoyo al seguro agrario y el apoyo a los jóvenes y a las mujeres, son vitales. Asimismo, es necesario que se dote de mayor protección a los agricultores -el eslabón más débil- con medidas eficaces de gestión de mercados y un marco jurídico europeo sobre competencia y cadena alimentaria.

    El nuevo Gobierno debe defender una PAC fuerte, común, sin recortes y con ayudas directas basadas en derechos y regiones, que permiten una mejor adaptación a las características agrarias y ambientales del territorio. Respecto a la política comercial, se necesita una estrategia de defensa eficaz frente a terceros para evitar atropellos como el sufrido por la aceituna negra.

    En sanidad vegetal, Asaja demanda una política activa en defensa de los fitosanitarios, en la que prevalezcan los criterios científicos frente a la demagogia. En materia ganadera, debe abordarse con urgencia la simplificación administrativa, la sanidad animal y la crisis de precios.

    Es necesario un giro radical en la gestión del PDR-A: aprobar ayudas al relevo, la modernización o las medidas agroambientales no es suficiente, deben adaptarse a nuestras explotaciones, equipararse a las de otras CCAA y gestionarse, resolverse y pagarse con agilidad. Hay que poner fin al uso partidista del agua y acometer el incremento de superficie regable y de capacidad de embalse, así como la reducción de los costes energéticos. La normativa sectorial y la propia PAC fijan el marco legal para el desarrollo de la actividad agraria, por lo que limitaciones y restricciones adicionales son absolutamente innecesarias.

    Y por último, en materia fiscal y para favorecer el relevo generacional, Asaja insta a eliminar de una vez por todas el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Estas medidas permitirán desarrollar una actividad agraria sostenible, dinámica, innovadora y emprendedora que generará empleo y riqueza, y contribuirá a mantener los más altos niveles de seguridad alimentaria, respeto medioambiental y bienestar animal.